FINANZAS PÚBLICAS EN EL PRIMER TRIMESTRE Durante el primer trimestre del año la economía mexicana reporta una modesta recuperación tras el pesimismo con el que inició el 2017. Este comportamiento se relaciona principalmente, con la mejora en el fortalecimiento de la demanda interna en medio de un escenario de incertidumbre sobre las políticas que instrumente el gobierno de los Estados Unidos y un entorno internacional con tensiones geopolíticas que se agravó con la preocupación en torno a las elecciones francesas. De hecho, la expectativa de crecimiento de los especialistas en economía del sector privado para el presente año, se corrigió al alza por primera vez en los últimos 16 meses. Los resultados recientes reflejan una mejoría del consumo privado, la inversión en maquinaria y equipo nacional, la construcción residencial y el empleo, además de un mayor dinamismo en la actividad exportadora. Aunado a esto, si bien durante el primer trimestre del año el PIB de los Estados Unidos creció a una tasa anualizada de 0.7%, porcentaje que fue inferior tanto a las expectativas del mercado como al dato del trimestre previo, el FMI prevé una mejora que lo llevaría a crecer 2.3% durante todo el año. Esto en un entorno en el que también se espera que la economía mundial mejore su desempeño, toda vez que se anticipa que en el 2017 tenga un crecimiento de 3.5%, después del 3.1% del 2016. Evidentemente la fortaleza interna de la economía es fundamental para hacer frente a los desequilibrios del exterior y en este contexto, la salud de las finanzas públicas es un factor determinante. Es por ello que los resultados que dio a conocer la SHCP sobre el comportamiento de la situación financiera del país en los primeros tres meses del año generaron señales positivas que contribuyen a una mejor perspectiva para los que resta del año. De acuerdo con las cifras de la SHCP, durante el primer trimestre del año, los ingresos totales del sector público ascendieron a 1,483,196.1 millones de pesos (mp), monto que además de ser 33.4% mayor en términos reales al reportado en el mismo periodo del año pasado, fue superior en 403,334.9 mp a la cifra programada por el Congreso para el mismo lapso. Sin embargo, se debe resaltar que el origen principal de este resultado se concentra en la evolución de los ingresos no recurrentes, en los que sobresale el remanente del Banco de México que aportó 321,653, situación que hace evidente la necesidad de seguir trabajando en el fortalecimiento de las fuentes de recursos recurrentes del sector público, es decir, en materia de recaudación tributaria, la cual si bien mejoró respecto a lo que había previsto el Congreso, resultó 3.5% inferior a lo recaudado el año pasado. De hecho, al excluir el efecto del remanente del Banco de México, los ingresos totales del sector público crecieron solo 4.5%. En materia de gasto, se observa un mejor desempeño si se considera que en el primer trimestre del año tuvo un aumento anual de solo 0.9% en términos reales, y fue menor en 46,363.6 mp a la cifra que aprobó el Congreso para ese periodo. La buena señal en este tema, se centra en el hecho de que el gasto programable fue inferior en 6.3% real en comparación con la cifra del primer trimestre del 2016 y menor en 75,672.0 mp a lo programado. Sin duda las autoridades hacendarias han hecho un buen trabajo en materia de asignación de recursos en los primeros tres meses del año, aunque también persisten detalles que se deben atender para fortalecer de mayor manera las finanzas del sector público. Por una parte, está el hecho de que el gasto en inversión física sigue ajustándose a la baja, lo cual puede ser un factor que inhiba un mayor ritmo de crecimiento, toda vez que la falta de infraestructura, que es en donde mayormente se refleja esta situación, incide negativamente en la productividad, competitividad y en la intención de mayores flujos de inversión privada. Asimismo, la evolución del gasto no programable refleja principalmente la necesidad de una mayor reducción de la deuda pública, toda vez que el costo financiero ha venido creciendo significativamente: en el primer trimestre aumentó 44.3% anual. Asimismo, el aumento de las participaciones a entidades federativas también muestra un avance importante, el cual se apoya principalmente en el incremento de los ingresos públicos, aunque hay que recordar que el aumento de los ingresos proviene principalmente de fuentes no recurrentes. Estos resultados llevaron a que el balance del sector público en el primer trimestre del año fuese superavitario en 309,068.8 mp y el balance primario, que excluye el costo financiero, reportara un superávit de 414,648.8 mp, que en ambos casos fueron históricamente los mayores resultados positivos para el mismo lapso. Sin duda esto genera una mejor perspectiva, toda vez que esto se refleja en una disminución en los montos de la deuda pública, que de acuerdo con el saldo histórico de los requerimientos del sector público al cierre del primer trimestre sumó un total de 9,230,088.7 mp, cifra inferior en 567,350.9 mp respecto al cierre de 2016. Sin embargo, hay que recordar que estos resultados reflejan el efecto positivo del remanente del Banco de México, de tal manera que si se excluye, se tiene que el superávit primario del primer trimestre, en lugar de representar 1.6% del PIB, fue equivalente al 0.5%, porcentaje que si bien está en línea con lo esperado para todo el año, sigue siendo insuficiente para lograr que la deuda no crezca más como proporción del PIB. Esto implica que la disminución del SHRFSP pudo haber sido mucho menor a lo registrado sin considerar la transferencia del Banco de México. No hay duda de que los resultados generales de las finanzas públicas están en línea con los objetivos planteados, pero se debe insistir en los esfuerzos por una mayor eficiencia de los recursos públicos. Inversión productiva y recursos bien dirigidos solventar carencias de los hogares son fundamentales para impulsar la inversión privada de largo plazo, lo que se debe complementar con un fortalecido estado de derecho y reglas del juego claras que inhiban la corrupción e impunidad que ha propiciado que nuestro país se sitúe entre los países peor calificados en materia de desvío de fondos público y en materia de confianza en los políticos. México En línea con una modesta mejora en el desempeño de la actividad económica del país y una moderación de la incertidumbre en cuanto a las políticas que se instrumentarán en los Estados Unidos, por segundo mes consecutivo los Indicadores de Confianza Empresarial tuvieron un desempeño positivo en abril. Cifras desestacionalizadas del INEGI, muestran que durante abril el indicador del sector Manufacturero tuvo un avance mensual de 0.5 puntos, la Construcción aumentó 3.1 puntos y el sector Comercio 2.7 puntos. Un aspecto que llama la atención es que todos los componentes de cada indicador mostraron resultados positivos en el mes. Sin embargo, en términos anuales su comparación siguió siendo negativa, ya que respecto a abril del año pasado el indicador de confianza, tanto del sector Manufacturero como el de la Construcción perdieron 2.3 puntos, mientras que el del Comercio bajo 1.6 puntos. Cifras desestacionalizadas del INEGI indican que durante febrero la inversión fija bruta registró una caída mensual de 0.8%, debido a una baja de 1.3% en la inversión en construcción, ya que la adquisición de maquinaria y equipo se mantuvo sin cambio. Con esto, la variación anual del indicador general de inversión fija bruta fue negativa en 2.5%, su mayor descenso desde noviembre del 2013. Al interior de la inversión en construcción, sobresale la caída mensual de 3.0% en la que se canaliza a obras no residenciales, lo que en términos anuales representó una baja de 11.7%, la más pronunciada desde octubre del 2001. La inversión residencial aumentó 0.9% mensual y 5.1% anual. De los indicadores de la inversión en maquinaria y equipo, la de origen nacional aumentó 1.0% mensual y 10.3% anual, mientras que la de origen importado se contrajo 1.2% en el mes, aunque en términos anuales creció 0.7%. En un escenario un poco más optimista que tiene que ver con un favorable desempeño de la demanda interna, se observa que durante febrero el Indicador Mensual de Consumo Privado en el Mercado Interior tuvo un incremento mensual de 0.1%, lo que contribuyó para que en términos anuales creciera 3.8%. El avance mensual del consumo privado respondió al 4.9% en el consumo de bienes importados, ya que el de bienes y servicios nacionales cayó 0.2%. En términos anuales, el consumo de bienes importados aumentó 4.5% y el de bienes y servicios nacionales 4.1%. Estados Unidos El reporte del Departamento del Trabajo señala que durante abril la evolución de los indicadores de empleo y desempleo mostraron un comportamiento más favorable de lo anticipado. Durante el mes la nómina no agrícola aumentó en 211 mil trabajadores, cifra que superó significativamente el dato de 79 mil del mes previo y los 180 mil que anticipaba el mercado. Es importante señalar que en los últimos tres meses, las ganancias promedio en empleo han sido de 174.000 trabajadores por mes. La nómina del sector privado aumentó en 194,000 plazas ocupadas, contra las 175.000 que pronosticaba el mercado. Por su parte, la tasa de desempleo fue de 4.4%, una décima de punto porcentual menor a la del mes previo y dos décimas por debajo de la previsión del mercado. Con esto es la más baja desde 2007. El Departamento de comercio informó que durante marzo el indicador de ingreso personal tuvo un avance mensual de 0.2%, después de un aumento de 0.3% un mes antes y una décima de punto porcentual menor al pronóstico del mercado. Por su parte, el gasto personal se mantuvo sin cambio por segundo mes consecutivo, cuando se anticipaba un avance de 0.1%. La escasa actividad del gasto personal ya se reflejó en la estimación anticipada para el PIB del primer trimestre que dio a conocer el Departamento del Trabajo recientemente, en la que se observa una moderación importante en su ritmo de crecimiento.