Irán podría estar usando a Hamás para desestabilizar acuerdos con Israel para un cese al fuego y poner tensiones en la zona, pero hoy, diferentes países están previendo un posible acuerdo, ante los problemas económicos que han surgido en los últimos meses, ligados a una inflación alta y el costo del dinero cada día más caro. La mayoría de los países del medio oriente dependen de la venta de petróleo crudo para sus ingresos como nación.

Dejando a un lado la parte política y de religión que tiene que ver con el actual ataque a Israel por Hamás, considero que en realidad hay otros intereses de fondo, y no de esos pueblos en particular, sino de otros respecto a lo que significa tener el control de esa área.

Esta guerra puedo considerarla como la primera de muchas en el mediano y largo plazo de índole energético-económica por las siguientes razones:

Israel fue creado y posicionado por países que tenían un bien común (naciones de Europa, Estados Unidos y aliados), necesitaban tener un aliado que permitiera tener una salida de agua en el medio oriente en el futuro. El presente ha dado la razón, ya que Israel es el último bastión posible de salida de energéticos como los hidrocarburos y sus derivados.

El mar Mediterráneo nunca había tomado una relevancia como hoy y como la tendrá en el futuro inmediato, debido a que, con la invasión de Rusia a Ucrania, la logística del gas natural, combustibles y el petróleo crudo, han tenido dificultades ante las sanciones y sobre todo al tener control de áreas por donde pasan ductos.

El ataque de Hamás tiene una alta relevancia energética – económica y no tiene otra forma de verse.

Recordemos que la frontera que tienen los palestinos y que colinda con Israel, son dos áreas, las cuales son administradas y gobernadas por diferentes grupos políticos. En el territorio de la franja de Gaza, gobierna Hamás y en Cisjordania lo hace Fath y la OLP (estos últimos han mantenido un diálogo diplomático con Israel).

Hamás es apoyada por Irán e Irak, que son parte de la OPEP. El primero en los últimos años ha podido incrementar su producción y exportación de petróleo crudo, y esto ha ayudado a tener acceso a recursos financieros para apoyar a grupos afines a una ideología político-religiosa, la cual, para cumplir con sus objetivos requiere de dinero y la única forma hoy día de obtenerlo es la comercialización de los hidrocarburos ante la falta de inversiones de otra índole.

Estados Unidos apoya a Israel, el cual desde 1973 ha dependido de los hidrocarburos de Medio Oriente y después de Europa. Ante la incertidumbre en la logística para que lleguen estos recursos a los diferentes países, con el conflicto de Rusia y Ucrania, es necesario establecer un nuevo puente comercial que ayude a Europa y otras naciones a tener acceso principalmente al Gas natural y petróleo crudo.

Ante esta disyuntiva, el mundo planeó y ahora está por confirmar, por qué fue creado Israel en una visión geográfica que garantizara tener un frente amplio de salida al mar Mediterráneo.

En el mundo, existen diferentes pasos naturales geográficos hacia donde transitan un sinfín de mercancías para el mundo, y una de gran valor estratégico y de peso económico, es el estrecho de Ormuz, y por el que transita más de 25 por ciento del total de petróleo crudo que es comercializado en forma diaria. Este estrecho está frente a las costas de Irán, país que ha influido en generar incertidumbre sobre el paso de embarcaciones, dando lugar a que los precios del barril tengan, en algunas ocasiones, incrementos no deseados.

Pero ¿quién usa en mayor proporción este estrecho para mover embarcaciones con petróleo crudo?, principalmente Arabia Saudita, el cual recibió el 14 de septiembre de 2019 ataques contra sus sitios petroleros que sacudieron los mercados mundiales, los cuales se especula se realizaron por parte de Irán.

Ante la incertidumbre generada a partir del ataque y ante un radicalismo mayor por parte de Irán en la región, Arabia Saudita empezó negociaciones con Estados Unidos para alcanzar una normalización con Israel desde un punto de vista económico, energético y político para la región. Dicho acuerdo, en el caso de alcanzarse, otorgaría una protección militar por parte de Estados Unidos, el mayor exportador de petróleo del mundo, ante la presencia de bases del país de las barras y las estrellas en esa región, dando certidumbre a los mercados.

A Irán no le conviene este acuerdo debido a que perdería cierta capacidad de hostigar a los barcos que transitan por el Golfo pérsico y reduciría la influencia Turca/Iraní en Europa sobre el paso de hidrocarburos por esta zona, además ambos efectos tendrían un impacto económico importante; dejando sin recursos para dar los apoyos a países afines a éste y su continua inversión en cuestiones militares.

Arabia Saudita firmará el acuerdo con Israel y el mundo podría dejar de depender del crudo Iraní, el cual puede ser sustituido por parte del Reino con la construcción de un nuevo ducto o un ramal adicional a los ya existentes en la región, o enviar del mar Rojo al golfo de Aqaba y subirlo por Eilat a Ashkelon dentro de Israel, ya que ambas propuestas tienen salida al Mediterráneo y son controladas por Israel.

Arabia Saudita puede sustituir la producción de Irán sin problema, debido a que actualmente está entre 1 y 1.5 millones por debajo de lo máximo producido, ante los acuerdos que ha habido de la OPEP+ en los últimos años.

El precio del barril ha aumentado a razón del conflicto ante la incertidumbre, pero incrementar un precio de barril por arriba de 100 dólares, crearía una nueva inestabilidad en todas las economías del mundo. La única solución para que no suceda un nuevo caos, es una remodelación y actualización en el Medio Oriente, al haber acuerdos comerciales para facilitar la salida de hidrocarburos vía el Mediterráneo.

Ver explicación en video de la realidad del ataque:

Por Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect

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