Jaime entro a trabajar con un amigo, quién le ofreció una cantidad de dinero que no podía rechazar, solo, le dijo: “te pago por fuera el mayor monto, el outsourcing te dará el mínimo y tus prestaciones”. Nancy entró a una empresa de telemarketing, a través de un outsourcing. Al ser su primer empleo, el salario es bajo, pero le pagan prestaciones en términos de ley, tiene vales y otros beneficios, por ejemplo, una tarjeta de descuentos en algunos comercios y un seguro de gastos médicos mayores. ¿Cuál esquema crees que le conviene a tu negocio? De acuerdo con Jorge Pérez Izquierdo, CEO de PAE, empresa de tercerización de servicios, explicó en entrevista con Fortuna y Poder, que ambos son casos que ocurren en México, uno, el que cumple con las cuotas sociales es legal, el otro no. Afirmó que se trata de un problema social de tres esferas, la del gobierno que no hace la supervisión suficiente sobre las empresas de outsourcing y las que les contratan;  de las empresas que ven como “bueno” sacar ventaja de un menor pago al trabajador y, del empleado mismo, que tolera el abuso y daño a su patrimonio. El esquema de tercerización de servicios, también conocido como outsourcing, es legal en México, se contempla dentro de la Ley Federal del Trabajo. Bien empleado puede ayudar a mitigar la informalidad laboral, ya que aquellos contratados bajo este esquema, deben recibir un salario, competitivo, aportaciones a sus cuotas sociales y, en algunos casos beneficios adicionales, pero no es la vía para evadir los pagos, afirmó el especialista.
Se estima que contratar a los empleados a través del outsourcing formal, no tiene porqué generar un ahorro en el pago de contribuciones sociales para la empresa, “no lo baja, son los mismo sueldos, las prestaciones sociales son las mismas”.
En México se calcula que para el pago de contribuciones, impuestos y cuotas sociales un empleador destina entre 40 y 45% del salario. Jorge Pérez indicó que la decisión para contratar una empresa de tercerización de servicios no debe depender del costo, sino de la oportunidad de negocio que genera. En México son las pequeñas y medianas empresas las que más lo utilizan. El mejor motivo para acudir a él, dijo el especialista, es poder captar al talento que necesitan para áreas en específico, como son limpieza, seguridad, sistemas de información, hasta la misma área de recursos humanos, manejo de nómina, entre otros, no precisamente para lo que es el negocio.
Por poner un ejemplo, dijo, en Estados Unidos, el fabricante de vehículos, Ford, “no se dedica a hacer carros. Se dedica al diseño, venta y marketing de sus productos, todas las demás áreas, manufactura, logística y más, están en otras empresas”.
A nivel mundial se calcula que el outsourcing 1.5% de personas está empleada bajo este esquema, en México es entre 7 y 10%, más que la media, “el problema es que nadie lo mide”. Medidas para mitigar los problemas Entre las opciones para acabar con el problema del outsourcing ilegal y mitigar la informalidad, dijo Pérez Izquierdo, se requiere de una actualización a la Ley del Seguro Social, que permita la contratación de empleados por horas, así, el empleador podrá ofrecer mejores condiciones al trabajador, en esquemas distintos. A través de la Asociación Mexicana de Capital Humano, A.C. (AMECH), a la cual está afiliada PAE, se propone que la autoridad una mayor verificación de las empresas de tercerización de servicios, pero también de sus clientas, es decir, de la que contratan los servicios.
“Que nos auditen y nos den una licencia de trabajo. Que se vea cómo se contrate la gente y los procesos que sigue. Con las nuevas medidas que tiene la autoridad fiscal se va a poder hacer ese seguimiento”.
De igual forma, consideró indispensable que exista un sistema de “certificaciones” o “licencias” que las empresas de tercerización deban conseguir para poder operar, así se podrá saber la calidad de los servicios contratados. Datos de la AMECH revelan que en México existen cerca de 900 empresas que ofrecen tercerización de personal y, de éstas, únicamente 100 están registradas ante el IMSS, de ellas solo 40 pagan todos los impuestos, conforme a la ley. Según su definición, las empresas simuladoras son las que buscan evadir el pago de cuotas, al ofrecer a los empleados pagos a través de sindicatos, de recibos de honorarios, cuotas profesionales, seguros de vida, tarjetas empresariales, con descuentos dentro de sus propias empresas.