¿Eres joven y te da miedo emprender? Toma los riesgos como lo hizo Jacobo Buzali, un empresario que se ‘aventó’ a los 21 años a echar a andar su propio negocio, junto con su hermano, y actualmente es el director general de Pakmail y dueño de 12 unidades de esta franquicia. Su historia de emprendimiento comienza desde temprana edad, pues a los 16 años ya trabajaba en el negocio familiar de importación de telas; sin embargo, sus ganas de ir más allá lo llevaron a ahorrar todas sus ganancias. A los 21 años, invirtió parte de sus ahorros en dos boletos de avión, para viajar junto con su hermano a una exposición de franquicias en Washington, Estados Unidos, donde conoció el modelo de negocio de Pakmail, una empresa dedicada a prestar servicios de mensajería. Pese al descontento de su padre, los hermanos Buzali decidieron invertir e importar la franquicia de Pakmail a México.
“Mi hermano y yo empezamos con una mano adelante y una mano atrás, logramos traer la franquicia a través de lo que nos quedaba de dinero, de créditos, de préstamos y de endeudarnos hasta el cuello. Lo único que teníamos eran las ganas y las fuerzas de salir adelante, además de mucho afán y mucha perseverancia”, recuerda Jacobo.
Los dos primeros años de Pakmail en México fueron “sumamente difíciles” y es que además del endeudamiento que tenían, el modelo de negocio no funcionaba en el país.
“Tuvimos que desmembrarlo y empezar desde cero. Nos quedamos con lo que sí podía funcionar y desechamos todo lo que no estaba sirviendo. La verdad nos costó mucho levantar Pakmail, sobre todo, muchas lágrimas”.
Después de restructurar el modelo de negocio, Buzali se enfrentó a un problema más en su historia y es que debido a su edad, era muy difícil ser tomados en cuenta en el mundo de las franquicias.
“Éramos chavitos de 22 años tratando de vender franquicias a personas de 40 años, obviamente no todas las personas les creían a los dos escuincles soñadores, pero eso nos hizo trabajar más y demostrar, a través de profesionalismo, que sí podíamos con el paquete”.
Una barrera más fue la de posicionarse en el mercado y relacionarse con otras empresas con las que comenzaron a trabajar.
“En este negocio dependemos de terceros, es decir, los envíos los hacemos a través de FedEx, UPS, Estafeta, etc. y cuando comenzamos, todas esas empresas te daban beneficios si tú les dabas volumen, por lo que nosotros tuvimos que vender 25% más caro nuestro servicio. En ese entonces era ir más caro a Pakmail, sin embargo, para compensar el precio nosotros decidimos implementar servicios que en ningún otro lado se ofrecía, como el rastreo”.
Según Buzali, debido a que no existía internet, en algunas ocasiones tenían que permanecer hasta dos horas al teléfono para poder rastrear el envío de alguno de sus clientes.
“Con tal de cumplirles, nosotros lo hacíamos. Hoy por hoy ya los socios nos ven como una parte importante en su infraestructura, somos sus principales socios comerciales y nos hemos convertido en la empresa de logística más importante de México. Obviamente algo hemos hecho bien”.
Actualmente, Pakmail cuenta con 140 puntos de venta en 26 estados de la República mexicana, de los cuales, 12 son propiedad de los hermanos Buzali.
“Para lograrlo este sueño, hemos trabajado mucho, sobre todo, hemos tenido el dinamismo de adaptar nuestro modelo de negocio a las diferentes épocas. Para nosotros es fundamental ir creciendo nuestros servicios y ofrecer un abanico más grande a nuestros franquiciatarios y a nuestros clientes finales”.
Pakmail comenzó su historia con 5 servicios y actualmente ofrece más de 20.
“Este es el resultado de habernos aventado, por eso yo les digo a los chavos que están interesados en emprender; que tengan los pantalones para entrar de lleno a una aventura que no da pie al fracaso. Métanse, no tengan miedo, no se queden pensando, porque pasan los años y siguen pensando”.
Jacobo confía en que las nuevas generaciones pueden lograr lo que se propongan, siempre y cuando, trabajen para ello.
“Aviéntense y háganlo pensando en que tendrán 20 mil tropiezos, pero que se pueden levantar de ellos con perseverancia y determinación. Yo puedo afirmarles hoy en día que no hay camino fácil o corto, el camino al éxito está lleno de piedritas, pero también puedo decirles que somos capaces de todo, sólo hay que romperse ‘la cara’ para ello”, concluyó.