Para los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) las principales preocupaciones financieras son la estabilidad laboral, el control de sus deudas, y tener tiempo para sus familias, mientras que, para los millennials, les importa más tener un buen ingreso a pasar tiempo con sus familias, y aceptarían incurrir en deuda para poder adquirir un determinado bien, según un estudio de Nielsen. Las preferencias de los millennials pueden no ser tan buena idea y es que la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) apunta que, de los ahorradores más jóvenes, sólo 20% considera importante ahorrar para el día en el que dejen de laborar, “lo cual puede tener un impacto negativo en la pensión que recibirán”. En este contexto, Principal subraya que quien no ahorra puede tener mayor afectación a su cartera, pues en la vida siempre se presentan imprevistos que significan gastos y posiblemente deudas, por lo que esto debería ser una prioridad para todos.
“Para evitar que un imprevisto dañe tu salud financiera, es recomendable que conformes tu fondo de emergencia, poco a poco, hasta tener el dinero equivalente a 3 meses de tus ingresos. Recuerda guardarlo en algún instrumento de ahorro o inversión con liquidez para que puedas disponer de tu dinero de forma inmediata, pero sin perder su valor y así estarás cubierto”, aconseja Principal.
Otra de las preocupaciones que los jóvenes mencionan en el estudio de Nielsen es el tener buenas prestaciones en un empleo, pues pueden ayudar, entre otras cosas, a tener un mejor retiro, a través de las aportaciones que tu empleador realice a tu Cuenta Individual de Ahorro para el Retiro.
“No obstante, no se deben confiar. Para recibir una mejor pensión en tu retiro es recomendable realizar aportaciones voluntarias y entre mayor porcentaje de tu sueldo destines a este rubro, mayor y mejor será la pensión que recibas”.
Asimsismo, a los millennials mexicanos les interesa invertir, aunque la mayoría (el 64%) prefiere hacerlo de manera muy conservadora debido a que consideran que esto les brinda mayor seguridad sobre su dinero.
“Para ser inversionista no se requiere ni mucho dinero ni mucho conocimiento, pero sí mucha asesoría profesional y a tu medida. Nadie nace sabiendo invertir, por lo que es recomendable que busques ayuda de un asesor financiero que despeje tus dudas y te ayude a establecer una estrategia de inversión sólida y de largo plazo”.
Finalmente, el estudio muestra que los millennials son personas informadas gracias a la accesibilidad y disponibilidad de recursos como Internet y las redes sociales. Esto les ha permitido familiarizarse con conceptos clave para sus finanzas, como “ahorro”, “inversiones” y “retiro”. Sin embargo, gran porcentaje de esta información no está respaldada o no es confiable y muchas veces los jóvenes no saben dónde informarse. Por suerte, existen recursos como el micrositio “Educa tu Cartera” de la Condusef o también el Diplomado de Finanzas Personales que la UNAM ofrece de manera gratuita en distintas plataformas de educación continua en Internet. Cabe mencionar que a pesar de las diferencias que pueden existir entre los baby boomers y los millennials en cuanto a ideologías y hábitos, hay algo en lo que coinciden: les preocupa tener un buen retiro, con el dinero necesario para poder disfrutar de los frutos de toda una vida de trabajo y esfuerzo.
“Con la información apropiada, la guía de un experto y disciplina financiera, los millennials podrán darle la vuelta a los temas que les preocupan, financieramente hablando, y podrán tener un mejor panorama para su futuro”.
erc