Los famosos ´abonos chiquitos para pagar poquito’ en compras como pantallas, celulares o computadoras, así como para contratar un crédito, son un esquema funcional para miles de personas, particularmente para la población de más bajos ingresos.

Sin embargo, en muchos de los casos, terminan por ser una gran bola de nieve con cargo a la salud financiera de las personas, debido a que los plazos de pago se amplían por años y el precio final se duplica, en el mejor de los casos.

Por supuesto que siempre está la posibilidad de pagar de forma anticipada y evitar la acumulación de miles de intereses, pero pocos pueden hacerlo.

Este segmento está dominado por instituciones como Banco Azteca y BanCoppel, que se enfocan en la población de más bajos recursos, la cual difícilmente tiene acceso a productos financieros de bancos más grandes.

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Foto: pixabay.com

Deuda imparable 

Teresa es una señora de la tercera edad que es clienta de Banco Azteca. Por años solicitó créditos con esta institución y siempre fue puntual para liquidar. Sin embargo, en el último año tuvo algunas dificultades económicas, que la llevaron a retrasarse en sus ‘abonos chiquitos’.

Un día apareció un cobrador del banco y le dijo que ya debía cerca de 60 mil pesos y si no pagaba, el monto se iba a 160 mil pesos, por los intereses que se acumularían.

Según sus cálculos, ella sólo debía como 30 mil pesos, pero al ver el detalle de la cuenta se percató que tenía diversos créditos que no supo en qué momento los solicitó.

En ningún momento se ha negado a pagar, pero ella les dijo que podría abonar 500 pesos semanales y el representante del banco le dijo que debía abonar mil pesos. Desafortunadamente, los intereses se acumulan y su deuda sigue creciendo. Ella sostiene que les puede pagar esa cantidad, pero no más.

La última visita que recibió fue del área legal, para advertirle los riesgos de mora, luego de que el cobrador ya no pasó (como se comprometió) por los últimos tres abonos semanales de 500 pesos.

“Siempre fui responsable, pero nunca cuentas con estas dificultades. Lo malo es que el banco no le importa y quiere recuperar su dinero con creces, definitivamente fue mala decisión ir a pedir con ellos”, considera.

deuda, morosidad



¿Es una mala idea recurrir a lo ‘abonos chiquitos’?‍

De acuerdo con Yo te presto, esos ‘pagos fáciles’ pueden convertirse en una gran dificultad financiera.

Explicó que el objetivo de los préstamos con ‘abonos chiquitos’ es dividir o fraccionar la compra en plazos semanales o quincenales de un producto de duración media o larga, como una sala o un refrigerador.

‍Por ejemplo, si quieres adquirir un horno de microondas que cuesta dos mil 749 pesos de contado, con abonos semanales de 55 pesos, la tienda que vende ese electrodoméstico te otorgará un crédito para que lo compres.

Sin embargo, esos abonos están calculados a 78 semanas, por lo que al final terminarás pagando cuatro mil 290 pesos por el horno, es decir, 56.06 por ciento más que el costo inicial del producto. 

‍En síntesis, dijo, cuando adquieres un préstamo con abonos chiquitos, también asumes el pago de altas sumas en intereses, tardando años en saldarlos por completo. 

Además, si quedas mal con alguno de los abonos, deberás pagar intereses y comisiones adicionales. Eso en algunos casos genera problemas en tu historial en Buró de Crédito, lo que te afecta a la hora de pedir nuevos financiamientos. 

“Como puedes ver, los créditos en abonos chiquitos son un negocio redondo para las empresas y prestamistas que te los dan, pero no para ti, que terminas pagando durante mucho tiempo bienes de consumo que podrían ser obsoletos o inservibles cuando terminas de pagarlos”, señaló.

FP