Rosario Robles Berlanga, quien fue secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Enrique Peña Nieto, pasó su primera noche fuera de prisión, tras haber sido liberada este viernes de la cárcel de Santa Martha Acatitla, de la Ciudad de México.
Lo anterior, debido a que la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó al Poder Judicial que se le cambiara a la acusada la medida cautelar de prisión preventiva justificada, por libertad provisional, debido a su estado de salud y su edad. Por lo que, en adelante, Rosario Robles podrá continuar adelante con su proceso penal en libertad, pero con otras medidas cautelares.
Rosario Robles deberá entregar su pasaporte a la FGR, no salir del país sin autorización y acudir periódicamente a la Fiscalía –cada 15 días— a pasar lista de presente. El juez de control Ganther Alejandro Villar Ceballos, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, concedió la petición de la Fiscalía.
“Esta institución valoró el estado de salud de esta persona y las medidas de seguridad que garanticen su presencia en el proceso, por lo que solicitó al juez de control su anuencia para modificarle la medida cautelar de prisión preventiva justificada”, informó la Fiscalía en un comunicado difundido la noche de ayer.
La exfuncionaria está acusada por su presunta responsabilidad de permitir durante su gestión en la antigua Secretaría de Desarrollo Social –hoy Secretaría del Bienestar— y también en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que se realizara la trama de corrupción denominada como “Estafa Maestra”.
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Robles Berlanga ingresó a la cárcel el 13 de agosto de 2019 y, desde entonces, su defensa argumentaba que no había razones para encarcelarla, dado que el delito por el que se le acusa –ejercicio indebido del servicio público— no amerita prisión preventiva.
Según la Fiscalía, Rosario Robles fue omisa por haber permitido que funcionarios a su cargo desviaran recursos por un monto estimado en más de 5,000 millones de pesos (mdp), que justificaron con supuestos servicios contratados con terceros, de los que aparentemente no existen evidencias de haberse ejecutado.
Este no es el final del proceso, sino que Rosario Robles tendrá la oportunidad de continuar adelante con su defensa en libertad y también tendrá derecho de trasladarse únicamente dentro de los límites territoriales del país.
Sin embargo, la exfuncionaria –que también fungió como jefa de Gobierno interina de la Ciudad de México— enfrenta otras acusaciones por delincuencia organizada y lavado de dinero, situación que por la cual pudieran generarse nuevas órdenes de aprehensión.
GC
