Ricardo Anaya, precandidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia, señaló que México tiene un reto educativo importante, y propuso enfocarse a cambiar de la economía manufacturera actual y moverse hacia la economía del conocimiento. El abanderado de la coalición “Por México al Frente”, planteó que México necesita un modelo educativo flexible, que tenga la capacidad de articular entre educación, ciencia, tecnología y cultura, y vincular la oferta educativa con el mercado laboral. El panista se reunió con estudiantes de la Universidad de Guadalajara, desde donde explicó que la cobertura educativa en México es muy baja, pues apenas 37 por ciento de los jóvenes que están en edad de estar cursando la educación superior lo están haciendo, en comparación con el 70 por ciento promedio de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE).
“No solamente es un asunto de cobertura, sino también de modelo educativo. Requerimos uno que sea flexible para un mundo tan cambiante, que sea adaptable a los cambios tecnológicos, con vinculación de la sociedad civil y de los agentes económicos. Un modelo educativo que tenga la capacidad de articular entre educación, ciencia, tecnología y cultura. Es fundamental un modelo educativo que aumente los recursos para la investigación y para la innovación, porque ahí está el futuro de la economía, en la innovación”, añadió el también candidato por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Ciudadano (MC).
Anaya comparó a México con países que, dijo, hace 30 años tenía un nivel económico similar al de nuestro, como Canadá, Singapur, Israel o Corea del Sur; todos ellos con un desarrollo actual muy superior al mexicano.
“¿Qué hicieron estos países? lo fundamental es que entendieron que tenían que invertir en ciencia y tecnología, educación y, específicamente, en educación superior. Ese es el camino, como país necesitamos plantearnos la necesidad urgente de pasar de una economía de la manufactura a una economía del conocimiento”, detalló.
Refirió también al desastre en el que el PRI-Gobierno tiene sumido a nuestro país en materia de crecimiento económico, seguridad, combate a la pobreza, deuda pública.   A R