El titular de la Administración Federal de Servicios Educativos de la Ciudad de México, Luis Ignacio Sánchez, aseguró que pese a los días que no ha habido clases, ningún niño perderá el año escolar. Esto debido a que la revisión de las escuelas podría tomarles hasta dos o tres semanas. Al realizar un recorrido por la escuela primaria Modelo, en la delegación Miguel Hidalgo, el funcionario de la Secretaría de Educación Pública (SEP), afirmó que lo más importante es resguardar la seguridad de niñas, niños y jóvenes, por lo que se tomarán otras medidas para recuperar clases, más no se les pedirá regresar sin certeza de la seguridad estructural. El recorrido se realizó en conjunto con el Director Responsable de Obra (DRO) Max Betancurt, acreditado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la CDMX (SEDUVI) y el ingeniero civil estructurista José Arturo Zárate Martínez, del Colegio de Ingeniero Civiles de México (CICM), quienes expusieron que ninguna revisión se hace con falta de profesionalismo. Y es que, horas antes, otros ingenieros afirmaron que las revisiones estaban siendo “al vapor” por lo que no se podía dar garantía de los inmuebles. En respuesta, la AFSE realizó la revisión en conjunto con los profesionistas. Se reiteró que sólo las escuelas que tengan el dictamen de seguridad estructural y que se encuentren publicadas en la lista de la SEP podrán iniciar clases. Es necesario que cumplan ambas condiciones ya que hay algunas escuelas que pueden ser seguras, pero se encuentran en delegaciones donde todavía hay trabajos de rescate, por lo que se prioriza la movilidad. En otros, es por carencia de agua. “No podemos mandar a los niños a la escuela si no hay agua”, dijo Sánchez. Esta revisión, que se realizará en las más de 5,000 escuelas de la CDMX, permite a primera vista determinar si la escuela puede ser ocupada, si se detectan algunas estéticas, se califica como “verde y puede iniciar clases. En ambar o amarillo se encuentran aquellas que sí presentan algún daño estructural, en rojo las que están en riesgo de ser derrumbadas, debido a las fallas de la estructura. “Apenas se viera un elemento que pudiera ser de riesgo, se le califica como ámbar y entonces si hay que hacer revisión profunda con planos, historia y demás elementos”, comentó Zárate.