En el período neoliberal, privatizaron todos los bancos y dejaron al Estado sólo el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), que se ha transformado en el Banco del Bienestar (BB), y que ahora va a tener cerca de tres mil sucursales, hasta en municipios donde no hay ni de privados, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Nos costó mucho trabajo conseguir la autorización porque ¿ustedes creen que a los del Banco de México les gusta que haya un banco fuerte del Estado? No, ellos se formaron en la idea de la privatización… lo único que aprendieron fue que era mejor el sector privado que el sector público”, expuso el mandatario.

Durante su conferencia matutina, apuntó que ya comenzó el despliegue de unidades del Banco del Bienestar y se van a operar 2,700 sucursales en todo el territorio nacional, para que la gente tenga cerca un banco.

“¿Por qué no hay bancos en los pueblos? Porque no les son rentables a los banqueros. Les puede resultar más rentable vivir de las comisiones que cobran, y no el servicio bancario, por eso lo tiene que hacer el Estado”, agregó.

De acuerdo con AMLO, a la fecha se han construido unas mil 500 sucursales del BB, por ingenieros militares, pero falta equiparlas y que tengan el servicio de Internet, “que no es asunto fácil” porque no hay Internet en 80 por ciento del territorio nacional, lo que representa un gran atraso.

“Requerimos cuando menos un año o dos para fortalecer la operación y dejarlas bien equipadas, porque –toco madera- ayer se reunió Claudio X. González con el de la Coparmex (Confederación Patronal de la República Mexicana) para llamar ya a quienes nos van a quitar en la renovación del mandato el año próximo, pero ya se arrepintieron y ahora será en el 2024.

En ese sentido, López Obrador agregó que, “si ellos llegan a la Presidencia van a desmantelar todo”, por lo cual, le parece urgente consolidar el Banco del Bienestar.

Reconoció que todo esto lleva tiempo porque se trata de lograr un cambio de mentalidad en la gente, formar nuevos cuadros de servidores públicos que estén pensando en el interés general, en los negocios públicos y no en los privados; ni en la corrupción, o en convertirse en empleados de las corporaciones, sino que tengan emoción social.

“Que le tengan amor al pueblo, que tengan convicciones, que tengan ideales, que tengan principios, que sean honestos. Eso es la transformación”, concluyó.

JV