El viceministro de Petróleo de Irán, Amir Hossein Zamaninia, informó que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) recortará su producción de 2 millones de barriles diarios a partir de noviembre.

Lo anterior supone el recorte más voluminoso desde el de casi 10 mbd que el grupo puso en marcha en mayo de 2020 para compensar el desplome de la demanda energética desencadenada por la crisis del coronavirus.

Incluso, es cerca del doble de lo que se esperaba hasta ayer en los mercados internacionales, ya que varios delegados habían filtrado a la prensa que negociaban una reducción de algo más de un millón de barriles diarios.

La determinación ya ha impulsado una considerable alza en los precios del crudo.

No obstante, es de esperar que la reducción real sea menor que la oficial, ya que las extracciones de la mayoría de los productores del grupo llevan meses quedando muy por debajo de la cuota nacional establecida a pesar de que bombean al máximo de su capacidad técnica.

Hace un mes, la alianza fijó en 43.85 millones de barriles diarios (mbd) el tope de la producción conjunta (no incluye a los miembros de la OPEP Venezuela, Irán y Libia), pero se estima que actualmente están produciendo entre 3.5 y 5 mbd por debajo de ese nivel.

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Aún cuando el recorte real vaya a ser al final menor que el anunciado, la medida adoptada hoy supone un claro “no” a las naciones occidentales que vienen desde hace tiempo pidiendo a la OPEP que abra los grifos para abaratar los combustibles y la energía, y frenar así la inflación.

En la reunión, los funcionarios también acordaron extender un año más su cooperación para hacer frente a la caída de los petroprecios causada por el auge de esquisto en Estados Unidos, por lo que se mantendrá al menos hasta fines de 2023.

(Con información de EFE)

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