El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajará el día de mañana al sur de California, visita que aprovechará para examinar los prototipos del muro fronterizo construidos meses atrás en un área de Mesa de Otay. Este que es el primer recorrido que realiza el mandatario estadounidense en territorio californiano tras llegar al poder, ya ha generado descontento entre los habitantes, quienes programaron algunas protestas para su llegada. La zona a la que arribará Trump no tiene acceso al público, sin embargo, el sheriff del condado de San Diego dispuso un operativo para vigilar a los manifestantes que pudieran, desde algún punto, entorpecer la visita del presidente. Andrea Guerrero, directora de Alliance San Diego, una organización que se ha opuesto incondicionalmente al muro de Trump y otras políticas de inmigración, dijo que esperaba que el presidente se diera cuenta de que está llegando a un lugar donde los inmigrantes constituyen una parte importante de la población.
“Está viniendo a la tierra de inmigrantes y haría bien en ser respetuoso y reconocer la dignidad de las personas que han construido este estado y contribuido a la economía nacional y comprender que nuestra región fronteriza en particular es una puerta de entrada al comercio y oportunidad”, dijo Guerrero.
El mandatario ha estado presionando al Congreso para la aprobación de una partida de 25 mil millones de dólares para la construcción de una extensión del muro fronterizo, sin embargo, hasta el momento no lo ha logrado. Cabe mencionar que después de esta visita el presidente asistirá por la noche a un evento privado en Beverly Hills para recaudar fondos de campaña en donde el precio mínimo de un boleto cuesta 35 mil dólares. (Con información de Notimex) ERC