La inflación general en Estados Unidos se aceleró por segundo mes consecutivo. En agosto subió a 3.7% anual, por arriba del 3.0% de julio y del 3.2% de junio, y, superando la expectativa del mercado de 3.6%.

La inflación general se ubicó en una tasa mensual de 0.6% (por arriba del promedio en el año hasta julio de 0.25%).

De acuerdo con los datos del Buró de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés), el incremento durante el octavo mes del año derivó principalmente de los precios de los energéticos, que a tasa mensual avanzaron 5.6%, la más alta desde junio del 2022.

En específico, las presiones se concentraron en la gasolina, con un incremento mensual de 10.6%, el mayor desde marzo del 2022, en el inicio de la guerra de Rusia y Ucrania.

Por su parte, la inflación subyacente, que determina la trayectoria de la inflación en el mediano y largo plazo, siguen siendo moderadas.

Este rubro subió a una tasa mensual de 0.3%, ligeramente por arriba del 0.2% esperado por el mercado, pero en línea con la tendencia de meses previos. Como referencia, entre enero y julio del año en curso, la inflación subyacente mensual promedió 0.34%.

Tras analizar los datos, Banco BASE resaltó que a pesar de que la inflación subyacente de Estados Unidos se mantiene estable, presiones al alza sobre los precios de energéticos, en particular petróleo y derivados como la gasolina, pueden contaminar otros precios del componente subyacente y ocasionar una aceleración de la inflación anual.

Por lo anterior, no se descarta que la Reserva Federal (Fed)muestre un lenguaje restrictivo en su anuncio de política monetaria del 20 de septiembre”, expuso el grupo financiero.

En la misma línea, Intercam Banco acentuó que en general, la lectura de agosto no cambia la narrativa de la Fed, y se mantiene la perspectiva de que no habría un incremento en la reunión de este mes.

Igualmente, CIBanco consideró que el reporte de hoy no cambia las perspectivas actuales sobre la reunión de la Fed, de la próxima semana (20 de septiembre) en donde todo parece indicar que el banco central estadounidense haría una pausa en su endurecimiento monetario, dejando su tasa de interés en 5.50%.

“No obstante, sí deja viva todavía la posibilidad a un incremento antes de que concluya el año, ya sea en la reunión de noviembre y/o diciembre, aunque el mercado todavía no considera en sus apuestas en el mercado de futuros este hecho.

Lo que está ocurriendo con el petróleo y la inflación subyacente indica que es aún demasiado pronto para que la Fed dé el visto bueno a frenar por completo las alzas de tasas de interés”, concluyó.

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