El gobierno mexicano exhortó este lunes a la comunidad internacional a frenar el tráfico descontrolado de armas en el mundo, ya que su fácil disponibilidad alienta el uso de la fuerza para resolver cualquier conflicto, sobre todo en los países que padecen de altos índices de violencia e inseguridad.
Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores, hizo esta convocatoria en la sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al reconocer que si bien existen diversos tratados y acuerdos internacionales sobre desarme, “no ha sido suficiente”.
“El tráfico de armas es mundial, afecta a la población civil, destruye el tejido social, propicia la violencia y genera desplazamientos de personas que buscan huir de conflictos e inseguridad”, comentó Ebrard Casaubón, al encabezar la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, debido a que México preside por un mes este grupo de trabajo.
En su mensaje, el canciller mexicano –que estuvo acompañado por Juan Ramón de la Fuente Ramírez, embajador de México ante la ONU— recordó que la ONU ha emprendido numerosas acciones y recomendaciones para prevenir prácticas ilegales en el mercado de armas, tales como el protocolo contra armas ilícitas de fuego, el tratado contra el comercio de armas y los acuerdos contra armas convencionales.
“Sin embargo, nuestros esfuerzos –debemos reconocerlo— son insuficientes”, aseguró Ebrard Casaubón, al convocar a la comunidad internacional a “hacer más” al respecto.
Te puede interesar: Avanza demanda de México contra fabricantes de armas de EU: SRE
En la sesión del Consejo de Seguridad, el canciller mexicano hizo ver que las armas “son una amenaza para la paz y la seguridad”. Diariamente, alrededor de 500 personas pierden la vida, mientras que otras 2,000 resultan heridas por disparos de armas de fuego. También se ha registrado que 8,000 niños han quedado mutilados o heridos en conflictos armados.
En su exhorto a frenar el tráfico internacional de armas, Marcelo Ebrard se refirió a la demanda que, en agosto pasado, interpuso el gobierno mexicano contra varios fabricantes de armas de fuego de Estados Unidos, a quienes acusa de ser responsables de “prácticas intencionadas y negligentes” al vender armas a México, lo que constituye un incentivo para la ola de violencia que afecta al país.
“No se trata de cuestionar los derechos de los países a comerciar con armas, sino de beneficiarse de prácticas negligentes que afectan a las poblaciones”, aseguró Ebrard Casaubón.
En este sentido, el funcionario mexicano expuso que los gobiernos y “el sector privado deben trabajar en conjunto sobre el comercio de las armas, los actores privados deben autorregularse y monitorear el comercio para que no se haga un tráfico ilícito” y que las armas no caigan en manos de criminales.
GC