El peso mexicano cerró enero como la segunda divisa más depreciada entre los principales cruces del dólar, detrás del dólar neozelandés y como la segunda divisa más depreciada entre los pares latinoamericanos, sólo por detrás del peso argentino, mostrando una caída de 5.34 % o 91.8 centavos, y cotizando alrededor de 18.12 pesos por dólar. Durante varias sesiones, el tipo de cambio subió de forma acelerada como consecuencia de una caída de los precios del petróleo, en donde el WTI registró un precio mínimo de 26.19 dólares por barril con una caída máxima de 29.3 %. Al cierre del mes, el WTI mostró una pérdida de 9.29 %, cotizando alrededor de 33.6 dólares por barril y acumula un retroceso de 27.88 % durante los últimos tres meses. Durante enero también hubo otros factores que contribuyeron a que el peso perdiera terreno frente al dólar. En las primeras semanas del mes, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional recortaron sus expectativas de crecimiento global para 2016, señalando que existen riesgos a la baja para los precios de las materias primas y para los países productores de las mismas. Asimismo, el mercado de capitales de China comenzó a registrar pérdidas, lo cual generó una crisis de confianza en pocos días y pérdidas que se transmitieron a otros mercados de capitales en Europa y América. Lo anterior, sumado al supuesto ensayo nuclear de Corea del Norte y el conflicto entre Arabia Saudita e Irán, generó aversión al riesgo entre los inversionistas, que típicamente se refugian en dólares. El tipo de cambio registró nuevos máximos históricos en siete sesiones, alcanzando un nivel nunca antes visto de 18.8024 pesos por dólar el 21 de enero, con lo cual el peso acumuló una depreciación máxima de 9.27 % con respecto al cierre del 2015 y de 87 % respecto al 2008. Llama la atención que a pesar de que México tiene una mejor perspectiva económica que otros países y que no se ha dado una salida de capitales, el peso resultó ser la segunda divisa más depreciada, lo cual puede ser explicado mediante el mercado de futuros del peso en Chicago, en donde las posiciones especulativas parecen estar determinando las depreciaciones. Asimismo, los bajos precios del petróleo y las alzas en el tipo de cambio han provocado que algunos participantes del mercado especularan que México podría caer en una crisis, por la similitud de las caídas actuales con las observadas en 1987, cuando México se declaró en moratoria de pagos. Sin embargo, el escenario es ahora diferente ya que en primer lugar el régimen cambiario es ahora de libre flotación (donde el tipo de cambio funciona como amortiguador ante los choques externos), las finanzas públicas de México ya no dependen en gran proporción de los ingresos petroleros, la deuda externa ha disminuido como porcentaje del PIB, el plazo de la deuda denominada en divisas diferentes al peso es más amplio y existe una mayor proporción de deuda emitida en pesos. En este sentido podría decirse que el peso fue la divisa predilecta para la especulación a nivel internacional. En particular en el mercado de futuros las posiciones netas que apuestan a que el peso se seguirá depreciando se incrementaron 10.376 % en los últimos tres meses. Economista en Jefe. Análisis Económico Banco BASE