El 2015 no fue un mal año, pero tampoco fue bueno para nadie. Las bolsas mostraron alta volatilidad y al final terminaron en terreno apenas positivo. El mercado de bonos se movió a la par de la expectativa de la política monetaria de la Reserva Federal, y el tipo de cambio superó 22 veces niveles máximos históricos. El 2016 tiene una mejor expectativa, ya que hay menos incertidumbre respecto al costo del dinero, ya la FED subió su tasa por primera vez y se espera que sea bastante cautelosa en el ritmo de incremento de tasas. Lo anterior, se espera propicie un mayor crecimiento en las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, sobre todo en el segundo semestre del 2016 si el mercado laboral estadunidense sigue recuperándose. También es altamente probable que la inversión crezca y que el consumo interno repunte en México. De esta manera la economía mexicana puede mostrar un crecimiento de entre 2.3 y 2.6 % (ligeramente superior al del 2015 que se espera ronde al 2 %). El mayor crecimiento económico, sumado al exceso de liquidez global por la política monetaria altamente acomodaticia del Banco Central Europeo y del Banco de Japón (entre otros), puede provocar que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) termine el 2016 con una ganancia entre 4 y 6 %. Sin embargo, no se descartan periodos de volatilidad si persiste la aversión al riesgo entre los inversionistas por eventos externos. Para el tipo de cambio, los determinantes seguirán siendo prácticamente los mismos: la política de la FED, el precio del petróleo, China, la zona del euro y los conflictos internacionales; con la diferencia que ahora la política monetaria de la FED causará movimientos de capitales en la medida en que el Banco de México siga o no el ritmo de incrementos. En este sentido, la inflación, que de acuerdo a la teoría económica es un factor fundamental en las depreciaciones del peso, volverá a tomar relevancia, ya que si baja del 2 % en que se encuentra actualmente, puede dificultar a Banxico seguir el ritmo de incremento en tasa de la FED. Así, el tipo de cambio tiene abierta la puerta a alcanzar nuevos máximos históricos en el 2016 si el precio del petróleo cae debajo de 30 dólares por barril (dpb), si los conflictos internacionales se agravan, si China sigue presentando cifras desfavorables o si se especula que Banxico no podrá seguir manteniendo el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos. En términos de estacionalidad, cabe mencionar que el tipo de cambio muestra movimientos erráticos en la primera quincena de enero por la menor liquidez, pero en la segunda quincena tiende estacionalmente a bajar, lo cual se extiende hasta febrero que es el mes, históricamente en donde hay una mayor apreciación del peso.   Economista en Jefe. Análisis Económico Banco Base