Comprar una casa es una decisión muy importante debido a que puede representar un compromiso financiero de largo plazo, ya que no todas las personas tienen la capacidad económica de adquirirlo sin financiamientos.
Es por esta misma situación que muchos de quienes desean tener un espacio propio optan por rentar.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del total de los hogares en México, 21.1% (7.6 millones) indica que alguno de sus integrantes planea comprar, construir una vivienda o rentar.
Bajo este contexto, Yave, la plataforma digital de créditos hipotecarios, compartió distintos escenarios que estas personas deben considerar, a fin de determinar si se están en posibilidad de decidir entre comprar o rentar y saber qué les conviene más.
“La respuesta de si es mejor rentar o comprar depende de la situación financiera en la que te encuentres, la etapa de la vida y planes a futuro.
“Se trata de considerar todos los aspectos que influyen en tu vida para la toma de una mejor decisión, ya sea que prefieras rentar y ahorrar para comenzar a construir un camino que después te permita comprar; o aprovechar que ya estás en una posición estable, tanto económica como personalmente, para adquirir un inmueble”, expuso Bernardo Silva, co-founder y CEO de Yave.
Estilo de vida
Considera rentar si te encuentras en un trabajo donde con frecuencia necesitas cambiar de ubicación o si eres una persona nómada. También si no te gusta estar en un sólo lugar o si tu empleo te brinda la flexibilidad de hacer home office o workation (término utilizado cuando se tiene la oportunidad de trabajar desde lugares que suelen ser para vacacionar).
Piensa en comprar si tu trabajo conlleva estar en una oficina a tiempo completo, y si este empleo te ofrece ingresos regulares. Recuerda que tener una hipoteca implica una responsabilidad a largo plazo, por lo cual, debe contemplarse si no tienes pensado cambiarte de ciudad dentro de los próximos cinco o diez años.
Etapa de la vida
Rentar podría ser buena opción si estás empezando a trabajar y deseas independizarte. En estos casos, alquilar un lugar pequeño puede ser lo mejor. Mientras atraviesas el proceso de encontrar estabilidad laboral y financiera, podrás conocer distintas zonas de la ciudad y escoger la que mejor se acople a tu forma y capacidades de vida. Así más adelante, podrás adquirir una vivienda.
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Contempla comprar si tienes estabilidad laboral e ingresos comprobables. También si comienzas a pensar en tener un lugar propio para tu retiro. De igual forma, considera comprar si decidiste formalizar con tu pareja y ya encontraron un lugar donde les gustaría vivir.
Situación financiera
Considera rentar si por el momento tus ingresos y gastos no cubren el pago de una hipoteca. Puedes comenzar a juntar el dinero necesario para el enganche, mismo que representa una cantidad importante de capital. Es importante tener en mente que adquirir una casa es un proyecto a largo plazo.
Podrías comprar si tus finanzas personales son saludables, cuentas con ahorros que te pueden respaldar para el enganche —entre otros gastos iniciales—, revisaste que tus ingresos pueden cubrir la mensualidad y es una meta realizable que ya consideraste dentro de tu presupuesto. Analiza tus números y lo que conlleva solicitar un financiamiento.
Objetivo de inversión
Plantéate rentar si por el momento quieres hacer crecer tu dinero antes de adquirir una vivienda y tienes pensado colocar el capital en un instrumento de inversión, ya sea para empezar un negocio o invertir en bienes raíces.
Evalúa comprar si quieres hacer crecer tu patrimonio con un bien raíz, que a largo plazo tendrá mayor plusvalía. También si contar con un lugar propio es primordial para brindarle seguridad a tu familia.
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