A pesar de los avances en educación, de la incorporación de las mujeres y de invertir más horas a la semana, los trabajadores de México perciben actualmente salarios menores en términos reales que los obtenidos hace 30 años, evidencia de que el mercado laboral no funciona adecuadamente.

“La gente gana menos en promedio que hace 30 años, lo que significa que el mercado laboral no cumple con su función económica y que el mercado laboral está fallando”, aseguró Santiago Levy Algazi, economista mexicano y asesor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Con datos actualizados a 2019, el especialista destacó que “los ingresos laborales de todos han caído, pero más los de los trabajadores con educación superior”.

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En 1990, el salario real de los trabajadores con educación superior era de 67.83 pesos por hora aproximadamente; pero en 2019, este monto disminuyó a 45.43 pesos por hora.

Mientras que las personas con educación media superior ganaban 35.42 pesos por hora en promedio, pero en 2019, su ingreso bajó a 25.11 pesos por hora.

“Sorprende que los salarios de todos han caído, pero los que más han caído son los de gente con más escolaridad. En 1990, un trabajador con educación superior ganaba 145% más que alguien con menor escolaridad, pero la brecha se cerró. Y no porque subió el de baja escolaridad, sino porque cayó el salario de los más preparados. El país no utiliza el talento que genera su sector educativo”, advirtió Levy Algazi, quien fue director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El experto hizo ver que entre 1990 y 2019 han sucedido varios acontecimientos que debían haber reforzado al mercado laboral del país, uno de ellos es que los trabajadores tenían nueve años de estudios en 1990, mientras que 2019 elevaron su nivel de estudios a 11 años en promedio.

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Asimismo, los mexicanos laboran actualmente 45 o 46 horas a la semana, tiempo 26% superior a las jornadas laborales promedio de los países de la Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que colocan a México en el segundo lugar después de Colombia.

“A pesar de la estabilidad macroeconómica, de los avances en la escolaridad de la población, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de otros tratados comerciales, el mercado laboral de México funciona mal .Es imposible pensar en una economía dinámica y productiva y en una sociedad incluyente y con cohesión y solidaridad social, si su mercado laboral es disfuncional”, aseguró Santiago Levy.

No es lo mismo trabajar en el norte que en el sur: IMCO

El experto hizo este análisis sobre la situación del mercado laboral de México en una conferencia de prensa organizada este martes por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en la que se presentó el estudio Índice de Competitividad Estatal 2022, mismo que destacó cómo las capacidades competitivas de las entidades federativas influyen en las condiciones laborales de su fuerza de trabajo.

Valeria Moy Campos, directora general del IMCO, destacó que uno de los indicadores más visibles sobre las características del mercado laboral por regiones es la incidencia de la informalidad, situación que se refiere a los trabajadores que prestan sus servicios sin tener contrato laboral escrito, ni pagar impuestos, ni estar registrados ante la seguridad social.

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El estado de Oaxaca es la entidad federativa con la mayor tasa de informalidad laboral del país, que alcanza 80.7% en relación con la población ocupada, es decir, que ocho de cada 10 personas que trabajan presta sus servicios en las actividades informales. En segundo y tercer lugar se encuentran Chiapas y Guerrero, con tasas de 78% y 78.2%.

Lo anterior contrasta con la tasa de informalidad nacional promedio que es de 56.3%.

En cambio, entidades más industrializadas como Coahuila y Nuevo León, la tasa de informalidad es menor incluso que el promedio nacional, ya que reportan niveles de 36% y 37.1%.

“Esto es escandaloso, no se ha hecho gran cosa para tratar de disminuir la informalidad. Entre más trabas pongamos, entre más cara hagamos la formalidad, hacemos que la informalidad crezca”, comentó la especialista.

El IMCO también destacó que se ha expandido la brecha regional en el pago de prestaciones de ley a los trabajadores del país, ya que en Oaxaca, solo 37.3% de la fuerza laboral está registrada en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y tienen fondo de vivienda y ahorro para el retiro.

En cambio, en Coahuila, Nuevo León y Baja California, más de 80% del personal ocupado total está registrado en la seguridad social. “No es lo mismo trabajar en el norte que en el sur, la brecha se ha hecho mayor”, hizo ver Valeria Moy.

GC