El cierre de los cruces fronterizos de Eagle Pass y El Paso ordenados por autoridades de Estados Unidos para detener el paso de migrantes ha causado malestar y preocupación entre las empresas, por los estragos que causará la disposición al comercio entre México y Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP en inglés) suspendió desde las 8:00 horas de ayer las operaciones en los puentes ferroviarios de Eagle Pass, que colinda del lado mexicano con Piedras Negras, Coahuila; así como el puente del Paso, que colinda con Ciudad Juárez, Chihuahua.
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“Union Pacific insta a que se reabran inmediatamente los cruces fronterizos de Eagle Pass y El Paso. Estas ubicaciones representan 45% de nuestros negocios transfronterizos”, dijo Union Pacific en un comunicado.
Cada día de cierre impide el trasporte de 4,500 vagones de ferrocarril de Estados Unidos a México con mercancías de diversos tipos como granos básicos. Una cantidad similar se traslada de México a Estados Unidos.
Asimismo, la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses (AAR en inglés) exigió la reapertura de los cruces fronterizos mencionados, por los retrasos que provoca en las operaciones de comercio internacional.
“No existen redes ferroviarias separadas en Estados Unidos y México, sólo existe una red ferroviaria interconectarla en América del Norte. Cada día que la frontera permanece cerrada se desata una cascada de retrasos en las operaciones en ambos lados de la frontera, lo que afecta a los clientes y, en última instancia, a los consumidores”, refirió la AAR.
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En lo que las autoridades norteamericanas reabren las puertas de entrada del Paso y de Eagle Pass, la AAR hizo un compromiso con los clientes de las empresas para reanudar el servicio de transporte ferroviario a la brevedad posible.
Desde México, las organizaciones del sector privado también manifestaron su preocupación por el cierre de los dos pasos fronterizos.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) expresó en un comunicado que la disposición suspenderá las importaciones de insumos esenciales para la avicultura mexicana, que son el maíz amarillo y la pasta de soya.
“A través de esos dos cruces se importan alrededor de 25% del maíz amarillo y casi 63% de la pasta de soya, además de otros insumos agrícolas”, refirió la UNA.
La organización hizo ver que la avicultura es la rama pecuaria de México que más depende de alimentos forrajeros, al requerir más de 17 millones de toneladas anuales, parte de las cuales ingresan al país a través del transporte ferroviario.
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En tanto que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del estado de Chihuahua hizo un exhorto a las autoridades mexicanas, principalmente del ámbito federal, para atender la crisis migratoria que enfrenta el país, en aras de no provocar distorsiones al comercio exterior.
La migración “es un problema latente, que si no se atiende correctamente, el año entrante vamos a vivir exactamente lo mismo que este año: cierre de fronteras y tráileres varados (…) Los empresarios no podemos seguir a expensas de qué va a pasar”, dijo Federico Baeza Mares, presidente del CCE en Chihuahua, en declaraciones a la prensa local.
(Con información del diario El Heraldo de Chihuahua)
GC
