Productores de maíz y trigo del país están en riesgo de enfrentar graves pérdidas económicas, ya que por un lado aumentaron sus costos de producción, por la inflación y el encarecimiento de insumos, mientras que al mismo tiempo deben absorber una caída en los precios de los granos, a consecuencia de la volatilidad de los mercados interancionales.

El año pasado, los costos de producción aumentaron 35%, debido a la inflación de México, el incremento del precio internacional de los fertilizantes, el encarecimiento del financiamiento y la suspensión de créditos de Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) o Financiera Rural, entre otras causas, comentaron Marte Vega, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades), y Gerardo Loya Chávez, gerente de la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora (AOASS).

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Sin embargo, los precios de venta del maíz han caído este año 30%, debido a las tendencias de los mercados internacionales, en donde se han estabilizado los precios de los granos y la política del gobierno mexicano que negó la exportación de maíz para hacer bajar la inflación, lo cual amenaza con provocar pérdidas económicas para los productores, quienes prácticamente no alcanzarán a cubrir sus gastos.

En el contexto del Segundo Foro Internacional de Sanidad Vegetal, Marte Vega y Gerardo Loya Chávez dijeron que este año el precio de la tonelada del maíz se ha fijado en 5,100 o 5,200 pesos, una cantidad menor que el precio de 7,000 pesos por tonelada que prevaleció en 2022.

Por lo cual, solicitaron que el mercado nacional compre el maíz mexicano cuando menos al precio del año pasado para recuperar los costos de producción.

Esta situación afecta a los agricultores de los principales estados productores que son Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Jalisco. Solamente Sinaloa aporta unas seis millones de toneladas de maíz blanco, que se utiliza principalmente para la industria de la masa y la tortilla, dijo Marte Vega.

Sobre la fijación del precio, los dirigentes agrícolas expusieron que la disposición del gobierno mexicano en el sentido de prohibir la exportación de maíz nacional, como una medida para hacer bajar la inflación, así como la apertura del mercado nacional a importaciones de otros países, provocaron que los industriales abastecieran sus requerimientos de maíz y ya no sientan la necesidad de adquirir más cantidades.

Marte Vega y Gerardo Loya Chávez también atribuyeron los cambios en los precios de venta del maíz al fortalecimiento del peso frente al dólar.

Una situación similar se presenta en el caso del trigo que se produce en el país, ya que su precio de venta también se ha castigado en este año. El mercado nacional comercializa el trigo en casi 6,000 pesos por tonelada, cuando los costos de producción exigen un precio mínimo de 8,000 pesos.

Gerardo Loya Chávez hizo ver que los fertilizantes aumentaron de precio el año pasado, además de que el mercado internacional reflejó una alta volatilidad por la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que ambos son relevantes productores de trigo a nivel mundial, lo cual afectó los costos de producción del trigo.

El estado de Sonora aportó una producción de 1.4 millones de toneladas de trigo, pero existen unas 500,000 toneladas que no se han vendido, advirtió el dirigente. (Con información del diario El Financiero)

GC