La recuperación económica de los países ricos, pero también de los que estén en desarrollo como México, provendrá de un mayor gasto público en proyectos clave que tengan el más alto efecto multiplicador en el mercado interno, así como de promover el crédito a través de la banca de desarrollo y una mejor instrucción escolar para todos los sectores de la sociedad.
“Es particularmente importante reconocer que esta crisis económica de 2020 es diferente a la de 2008, porque China jugaba un papel muy importante, crecía 11% o 12%, lo que pudo ayudar al mundo a salir de la recesión. Ahora China es de los pocos países que crecen, pero su crecimiento es limitado y está manejando sus políticas económicas para limitar sus importaciones, así que está en superávit comercial”, comentó el economista norteamericano Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía.
Ante una menor contribución de China a apuntalar la economía mundial, lo más viable es que los países echen mano de sus facultades de gasto para estimular a sus economías a salir de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, esto no significa que los países, ricos y emergentes como México, tengan un cheque en blanco. Sino que “tienen que pensar cuidadosamente en cómo gastar el dinero, tiene que haber flexibilidad, redireccionamiento”, dijo el experto.
“Eso significa gastar en salud, porque no vamos a controlar los efectos económicos de la pandemia si no controlamos la pandemia, así que la salud es la primera prioridad”, aseguró Stiglitz.
Entrevistado en el podcast Norte Económico de Grupo Financiero Banorte, el reconocido economista y académico norteamericano consideró que los países deben invertir en proyectos que tengan grandes efectos multiplicadores en el mercado interno, como es el caso de las obras de infraestructura. De esa manera, se podrá estimular el crecimiento. Pero otro instrumento que los países ricos y emergentes tienen a su alcance es la banca de desarrollo, a través de la cual se pueden ofrecer créditos flexibles a los sectores productivos, sin generar mayores presiones fiscales.
“Muchos países tienen banca de desarrollo, ellos pueden extender préstamos, particularmente a las prioridades que se tengan sin las consecuencias negativas sobre el presupuesto, sin problemas fiscales y por eso es que existen porque dan flexibilidad en el gasto”, comentó Stiglitz.

En búsqueda de la igualdad

Sin embargo, el también investigador y profesor universitario consideró que los países ricos y emergentes deben hacer un esfuerzo por impulsar transformaciones estructurales, en aras de acercarse a “la economía del futuro”. En su conversación con Gabriel Casillas y Alejandro Padilla, directivos de la unidad de Análisis Económico de Banorte, Joseph Stiglitz también se refirió a lo que considera deben ser los motores de la igualdad en los países, ya que la globalización económica no ha sido eficiente para generar crecimiento y al mismo tiempo bienestar social.
“Parte de la desigualdad se debe a la desigualdad de los activos, unos heredan mucha riqueza y otros no heredan nada, unos tienen mucha instrucción escolar y otros tienen una educación muy pobre; así que, una manera de emparejar las cosas consiste en garantizar que todos tengan buena instrucción escolar sin importar los ingresos de los padres”, aseguró el académico.
Con el propósito de financiar una educación de calidad para todos, Stiglitz sugirió cobrar impuestos sobre las herencias de forma tal que lo recabado pueda servir para ayudar a los que menos tienen. Sin embargo, el reconocido economista también admitió que los sistemas económicos capitalistas no operan en abierta competencia como dice la teoría económica, de ahí la importancia de infundir mayor competencia en los mercados y de establecer equilibrio de poderes entre las empresas y los trabajadores, ya que estos tienen menos margen de negociación. Te puede interesar: Los consejos de Stiglitz: México debe depender menos de EU y del petróleo Incluso, Stiglitz dijo que muchas de las innovaciones de negocios y de tecnologías aplicadas a la economía han servido más para la explotación, que para el crecimiento.
“Las tecnologías digitales proveen de nuevas maneras de explotación (…) Algunas de las innovaciones de Estados Unidos ven cómo explotar mejor a los otros, no cómo hacer mejores productos, sino mejores habilidades para aprovecharse de los otros”, lo cual contribuye a las desigualdades. En este sentido, “tenemos que formular mejores regulaciones para controlar esa explotación, lo que implica mayor competencia, mejores leyes corporativas, mejores leyes del trabajo, para tratar de generar un mejor balance. Es una fantasía que los actores económicos siempre operan en completa competencia”, aseguró Joseph Stiglitz.
No obstante, el académico norteamericano admitió la relevancia del conocimiento y la investigación científica como otro agente indispensable para detonar el crecimiento y del bienestar. Expuso que si bien algunos países emergentes han hecho esfuerzos por invertir en ciencia y tecnología e insertarse en las redes globales de conocimiento, el desafío más importante consiste en cerrar la brecha de esos activos al interior de los países, esto es que toda la sociedad se apropie del conocimiento. Un ejemplo de cómo han contribuido la ciencia y la cooperación internacional en el beneficio de la humanidad ha sido la respuesta actual a la pandemia del Covid-19, ya que los grupos de científicos de todo el mundo han tenido que cooperar entre sí, en aras de obtener lo más rápido posible una vacuna y un tratamiento efectivo contra la enfermedad. GC