El impuesto de 3.5% a las remesas familiares, que aprobó en la madrugada la Cámara de Representantes de Estados Unidos, constituye un perjuicio a los hogares más pobres y también puede dar lugar a que los países afectados apliquen medidas recíprocas.

Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Economía, manifestó su decepción con la aprobación del referido impuesto, el cual forma parte de una reforma fiscal promovida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

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El impuesto gravará 3.5% los envíos de las remesas y deberá ser cubierto por la persona que haga la transferencia de dinero fuera del territorio de Estados Unidos.

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Entrevistado en el Foro Empresarial México-Italia, Ebrard Casaubón consideró que el hecho de que se haya reducido la tasa de impuesto de 5% a 3.5% no puede considerarse como un triunfo, ya que se trata de un gravamen que no existía.

El impuesto “sienta un precedente que va a llevar a medidas de reciprocidad entre todos los países, respecto también a Estados Unidos”, advirtió el funcionario, sin precisar si México considera la posibilidad de aplicar una medida fiscal semejante.

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Marcelo Ebrard refirió que la opinión del gobierno mexicano consiste en que el impuesto a las remesas familiares debe desaparecer, por lo que ahora se concentrarán los esfuerzos de cabildeo en el Senado de Estados Unidos, a donde la reforma fiscal de Trump todavía tiene que ser aprobada.

“No creo que nadie diga que es una buena noticia. Lo que se dio a conocer es que se redujo de 5% a 3.5 por ciento. El objetivo es que no haya. Falta todavía la batalla en el Senado. Ahora, estamos totalmente en contra de esa disposición”, comentó el funcionario.

(Con información de Milenio Diario)

GC