“La actividad en la región se mueve menos por asuntos regionales y más por compañías individuales que necesitan pasar al mercado de valores. La entrada al mercado de valores sigue siendo una propuesta arriesgada en América Latina, por lo que solamente compañías de gran tamaño están dispuestas a asumir ese tipo de riesgos”, comentó Pablo Berckholtz, líder de la práctica de Mercado de Capitales para América Latina de Baker McKenzie.Mientras tanto, la actividad de IPO a nivel global se recuperó en el primer semestre de 2017, en comparación del mismo periodo del año pasado.
“Esto es debido a que los principales indicadores económicos han mostrado avances en mercados desarrollados como la Unión Europea y Estados Unidos, además de que incertidumbre política ha disminuido”.El reporte de Baker McKenzie también muestra que el valor total de las emisiones aumentó en un 76% llegando a 89 mil millones de dólares y que el volumen de las mismas se elevó a 728 transacciones, lo que representa un incremento del 53% al comprarlo con las cifras de la primera mitad del año anterior. Por su parte, las transacciones domésticas globales sobrepasaron las operaciones internacionales de IPO en el primer semestre de este año, aumentando en un 93% en valor en comparación con un incremento del 41% en el valor las transacciones internacionales. Cabe mencionar que, pese a que el levantamiento de capitales en América Latina este semestre sobrepasó los niveles alcanzados en 2015, el total de los capitales conseguidos en esta primera mitad de 2017 en el mundo registró una caída del 24%.
“El tamaño promedio de las operaciones globalmente (combinando las domésticas y las internacionales) se incrementó en un 15% llegando a 122 millones de dólares. Sin embargo, en la primera mitad de 2016 se registró el promedio en tamaño de transacciones más bajo en más de seis años, llegando a sólo 100 millones de dólares, por lo que el incremento se produce en comparación con un monto bajo”.