México puede impulsar la producción de maíz genéticamente modificado para consumo humano e industrial, debido a que hasta ahora no se ha encontrado evidencia científica que confirme que este tipo de semillas resultan dañinas para la salud.

Incluso, está comprobado que el maíz genéticamente modificado —o transgénico como le llama el gobierno mexicano— ofrece ventajas como el hecho de que estos cultivos no requieren de fertilizantes, ni herbicidas, ni insecticidas, aseguraron Esperanza Ortega Azar, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), y Sergio Sosa Flores, presidente del Sector Agroindustrial de la Cámara.

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No existe evidencia científica contundente que demuestre que este tipo de maíz afecte a la salud humana, ante lo cual el debate continúa y es necesario seguir realizando investigación”, refirió Sosa Flores, citado por un comunicado de Canacintra.

Por lo pronto, los dos representantes empresariales consideraron que los productores nacionales pueden cultivar el maíz genéticamente modificado en las regiones del país donde sean más competitivos, sin afectar al medioambiente y sin comprometer al maíz criollo o nativo.

El punto de vista de Canacintra contrasta con el discurso del gobierno federal, ya que considera que el maíz transgénico sí tiene consecuencias negativas para la salud humana y sí representa un riesgo para la sobrevivencia de las especies nativas de maíz.

Actualmente, existe una controversia entre México y Estados Unidos, por el decreto que publicó en su momento el expresidente Andrés Manuel López Obrador que prohíbe la importación, siembra y utilización del maíz genéticamente modificado para consumo humano.

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Este y otros temas relacionados con la agroindustria se abordarán en el Foro Internacional Agroindustrial que organiza Canacintra y que se realizará los días 30, 31 de octubre y 1 de noviembre de este año, en la Ciudad de México.

En un comunicado para dar a conocer este foro, Esperanza Ortega y Sergio Sosa consideraron como una buena idea la propuesta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para recuperar la Productora Nacional de Semillas —la antigua Pronase— en aras de garantizar a los productores la disponibilidad de semilla suficiente para cada ciclo agrícola.

Canacintra ve con buenos ojos la creación de una paraestatal que comercialice semillas mejoradas al productor mexicano, siempre y cuando se evite el desvío de recursos”, manifestaron los representantes de la Cámara.

Esperanza Ortega insistió en que los agricultores mexicanos, sobre todo los pequeños y medianos, tienen amplias posibilidades de producir alimentos con mayor valor agregado, destinados tanto para el mercado nacional como para los mecados internacionales.

De ahí la relevancia de apoyarlos con financiamiento y soluciones tecnológicas para mejorar su producción en cantidad y calidad.

GC