La menor inversión pública y la desaceleración del consumo privado marcarán el rumbo de la economía mexicana en 2025, pero sobre todo será “la calidad de la relación” —económica y política— con Estados Unidos lo que determinará qué tanto crecerá México este año, ya que preliminarmente se estima una tasa de 0.8%.
Marcos Carías, economista de Coface para América del Norte, destacó que el eventual imposición de aranceles a las importaciones de mercancías por el gobierno de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, constituye el factor clave para el futuro inmediato de México.
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“El escenario de 0.8% no toma en cuenta todavía ningún tipo de arancel; pero si hay aranceles significativos a las exportaciones mexicanas, la previsión de crecimiento puede ser más baja”, comentó el experto en entrevista.
Al formular un panorama para la economía mexicana en 2025, Carías advierte que, antes de la llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos, ya existían factores internos que indicaban una desaceleración.
Por un lado, la inversión pública de 2025 recibió un menor presupuesto que en 2024, cuando la administración anterior cerró su ciclo y ejerció una inversión significativa para terminar sus obras icónicas; por otro lado, el mercado laboral se encamina a una menor generación de nuevos empleos y un crecimiento más lento de los salarios.
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En este sentido, el consumo privado tiende a perder fuerza.
“El gasto público orientado hacia las transferencias en 2024 tuvo bastante impulso en ese contexto electoral que se vivió. En el plan financiero del gobierno para 2025 hay un fuerte soporte al gato social, pero la inversión pública es menor que en 2024”, consideró Carías.
Pero a estos antecedentes se añade el “factor Trump”, con la amenaza de imposición de aranceles a las importaciones de productos hechos en México, lo que constituye un elemento adicional que genera incertidumbre sobre el futuro inmediato.
Sobre las amenazas de los aranceles, Carías hizo ver que el gobierno norteamericano utiliza estas advertencias con intenciones “intimidantes”, para obtener ganancias en otras materias como migración ilegal o seguridad.
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“Sabemos que todo esto es una estrategia de negociación, cuyo primer paso es la intimidación y es lo que hay que tener en mente”, destacó el experto, al recordar el intercambio de menajes por redes sociales de hace unos días, entre Trump y Gustavo Petro, presidente de Colombia.
De momento, México ha sido discreto en sus respuestas a las amenazas de Trump y, por la vía de los hechos, ha dado muestras que querer cooperar en la atención de la migración ilegal, así que “no descartaría para nada la posibilidad de que México pueda evitar los aranceles”, comentó Carías.
Asimismo, el experto reconoció que Trump tiene el incentivo de ofrecer a sus bases de apoyo resultados en materia comercial, de ahí que sigue latente el riesgo de que imponga aranceles a todos los proveedores de Estados Unidos, incluidos sus socios comerciales México y Canadá.
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Pero de ahí a que el presidente norteamericano cumpla su promesa de imponer gravámenes de 25% a las mercancías importadas existe un trecho largo.
El camino que puede tomar el gobierno norteamericano es el de aranceles “simbólicos” a las importaciones mexicanas, con poco impacto económico pero que pueden servir para demostrar al público norteamericano que sí cumplió su promesa.
“Los aranceles simbólicos pueden tener un impacto macroeconómico menor pero un significado fuerte en seguridad y el empleo en algunos lugares clave de Estados Unidos; por ejemplo, los aranceles al acero y al aluminio de los que México está exento”, comentó Carías.
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También puede existir otra categoría de aranceles aplicables a bienes o insumos que resultan críticos para Estados Unidos por razones de seguridad nacional y que son útiles para las fuerzas armadas.
El gobierno norteamericano puede decir: “solo queremos protegernos en seguridad para diferentes temas como farmacéutica o metales, ya que los metales se usan para efectos militares, así como la alta tecnología y los chips (…) lo que queremos es fabricarlos aquí para no depender del exterior”, comentó el experto.
En este sentido, Carías descarta que el gobierno de Trump establezca aranceles de 25% a México y Canadá, porque “sería una catástrofe económica”.
GC