Los mercados financieros parecen subestimar las “graves implicaciones” de una muy probable mayoría calificada de Morena en el Congreso de la Unión y de la aprobación de la reforma judicial, señalaron analistas de Citibanamex.
En una nota especial, el director de estudios económicos de Citibanamex, Sergio Kurczyn, y la subdirectora, Nydia Iglesias, expusieron que los mercados parecieran no haber descontado completamente que sí habrá una mayoría calificada morenista y que sí se aprobará la reforma judicial; “también parece haber desdeñado el impacto político negativo de ésta y otras reformas, así como subestimado su riesgo económico”.
Lo anterior, porque en general, los mercados no otorgan mucha importancia al régimen político de un país, es decir a la robustez de su democracia o rasgos de autoritarismo. En cambio, privilegian la estabilidad política y las políticas económicas previsibles para el corto y mediano plazo.
“Evidentemente, en muchas ocasiones, un debilitamiento de la democracia, o su desaparición conllevan inestabilidad política e incertidumbre sobre la política pública y el marco jurídico.
“Dada la moderación en las reacciones del mercado, es posible que quienes ya descuenten las reformas consideren que, aunque éstas debiliten la democracia, no implicarán políticas económicas anti-mercado ni debilitarán el marco macroeconómico”, mencionaron.
Los economistas abundaron que mercados podrían tener confianza en las políticas públicas de la próxima administración, “aunque se pierdan contrapesos”.
“Es cierto que hay indicios de que éstas serán propicias para cierto crecimiento económico, el aprovechamiento del nearshoring, y el clima de negocios.
“El problema es que, sin contrapesos y un sólido Estado de derecho, la incertidumbre de que esa perspectiva se concrete crece fuertemente. Por definición, las primas de riesgos deberían aumentar de forma significativa. Todavía no ha ocurrido”, acentuaron.
Respecto a sus pronósticos macroeconómicos, Kurczyn e Iglesias apuntaron que implican un debilitamiento de las variables principales, aunque están tomando en cuenta que los inversionistas parecen estar subestimando los riesgos del nuevo escenario político.
Añadieron que, hasta ahora, han sido moderadamente menos optimistas que el consenso de economistas en sus proyecciones de variables financieras (el peso se depreciará en mayor medida y que el PIB crecerá menos, tanto en 2024 como en 2025), pues sus previsiones incorporan que hay una significativa tolerancia al riesgo por parte de los agentes económicos.
“Paradójicamente, esto vuelve más frágiles a los pronósticos porque los inversionistas reaccionarán con fuerza a cada cambio relevante de política pública, interpretándolo en sí mismo, y como señalización de hacia a dónde va el nuevo régimen.
“En el futuro, podría desencadenarse una reacción acumulada de los mercados, que hasta ahora se han mantenido contenidos”, concluyeron.
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