Concluye el sexenio de Enrique Peña Nieto, un gobierno marcado por altibajos en materia económica y social que la próxima administración, que encabezará Andrés Manuel López Obrador, debe tener en cuenta. En este sexenio el crecimiento económico promedio fue de 2.4 por ciento al 2017, una expansión a la que muchos analistas han calificado como “anémica” y lejos de ese 5 por ciento que se prometió se alcanzaría con la aprobación de las reformas estructurales. Para este 2018 se espera una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.1 por ciento, pero para el primer año del nuevo gobierno las expectativas han venido a la baja, para alcanzar un consenso de apenas 1.9 por ciento, según la encuesta Citibanamex de expectativas. Te puede interesar: Entrega Peña Nieto Orden del Águila Azteca a Kushner En materia de empleo se tienen uno de los mejores resultados, con la formalización récord superior a 4 millones de fuentes de trabajo, lo que ha permitido mantener la tasa de desempleo en niveles históricamente bajos de entre 3 y 3.3 por ciento. Sin embargo, los salarios y la informalidad, que representa más de 50 por ciento de la población ocupada, siguen siendo el gran pendiente.

Al cierre de 2012, cuando arrancó la actual administración, 58 por ciento de la población ocupada ganaba hasta tres salarios mínimos (siete mil 952 pesos). A septiembre de este año, la cifra aumentó a 62 por ciento.

En contraste, la que gana más de cinco minisalarios (13 mil 254 pesos) bajó de 8.03 a 4.45 por ciento en el mismo periodo, según el INEGI.

En pobreza, en 2016, el último dato disponible, la población nacional bajo esa condición se redujo a 43.6 por ciento, pero el nuevo gobierno reconoce que es un nivel aún elevado que se requiere disminuir, pues en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca va de 64 y hasta 77 por ciento de su población, de acuerdo con el Coneval. En este sexenio se vivió uno de los momentos más complicados en materia de inflación de las últimas décadas, debido a la liberación de los combustibles, que llevó la tasa anual a 6.77 por ciento en 2017, su mayor nivel en casi 17 años. Pese a que va a la baja, el Banco de México prevé que será hasta 2020 cuando alcance su objetivo de 3 por ciento. Te puede interesar: Peña Nieto esta en Argentina para participar en Cumbre G-20 En finanzas públicas, este gobierno avanzó en la consolidación fiscal, con lo cual, en 2017, logró reducir (después de 10 años de crecimiento) la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) a 46 por ciento, mientras que para este año se anticipa que finalice en 45 por ciento, un nivel similar al que Carlos Urzúa, próximo secretario de Hacienda, prevé que concluya en 2019. Se trata, dijo, de in nivel “no tan grande”. Finalmente, para la Bolsa Mexicana de Valores éste fue el peor sexenio, con un retroceso de 0.24 por ciento, cuando en las pasadas administraciones se registró una ganancia, mientras que el peso se depreció 58 por ciento frente al dólar en estos seis años. FP