La economía mexicana tuvo un comienzo de año “lento y generalizado”, según los indicadores manufacturero y no manufacturero del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“Los indicadores sugieren un comienzo débil de la economía, que coincide con el creciente número de contagios de COVID-19 con la nueva variante ómicron. Destaca que, durante enero, 100 por ciento de los subíndices del Indicador IMEF disminuyeron”, destacó en un comunicado.
El indicador IMEF manufacturero registró una caída de 4.4 puntos en enero con respecto a diciembre de 2021. Con ello inició el año en un nivel de 48.8 unidades, situándose en zona de contracción ( menor a 50 puntos) por primera desde septiembre pasado.
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El indicador IMEF no manufacturero disminuyó 3.8 puntos para cerrar en 49 unidades, es decir, ubicándose en zona de contracción por primera vez desde agosto del año pasado.
La economía terminó 2021 de forma débil, tras acumular dos trimestres a la baja, lo cual es considerado por muchos analistas como recesión técnica.
En el tercer trimestre retrocedió 0.4 por ciento, mientras que en el cuarto disminuyó 0.1 por ciento. La economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller, comentó que es probable que el Producto Interno Bruto (PIB) del país se vuelva a contraer en el primer trimestre del año.
Con o sin recesión, dijo, la economía mexicana atraviesa por un deterioro económico severo, combinado con alta inflación, lo que se conoce como estanflación.
“Estamos viviendo una estanflación, podemos decir que es moderada, es algo que no se veía desde la década de los 80”, expuso.
Siller estimó que el PIB de México crecerá 1.5 por ciento en 2022 y una cifra similar para los siguientes, con lo cual espera que la recuperación del país del impacto de la pandemia se dará hasta 2024.
FF