El empresario Juan Cortina Gallardo fue reelecto como presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) –la organización empresarial que aglutina a la agroindustria y las empresas alimenticias más relevantes del país— para el periodo 2023-2025.
Esta es la tercera vez consecutiva que Cortina Gallardo estará al frente del sector, después de ocupar el cargo en los dos periodos anteriores.
Al asumir nuevamente las riendas del CNA, el empresario se comprometió a impulsar la competitividad del sector y a mantener un diálogo constructivo con el gobierno y con el resto de los sectores productivos y de la sociedad.

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También hizo ver que la agroindustria y las empresas alimenticias del país deben colaborar y actuar unidas ante la competencia que representan las empresas extranjeras.
“Debemos de reconocer que en nuestro país el sector agroalimentario es un mosaico, en donde existen pequeños, medianos y grandes productores. La competencia no está entre nosotros, sino con productores de otros países. Hay que invertir y dar oportunidades a los jóvenes en el sector agroalimentario”, aseguró Juan Cortina.
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Entre los retos que tendrá al frente el dirigente empresarial se encuentra el decreto que publicó hace unos días el gobierno federal, en el sentido de prohibir el uso del glifosato –conocido herbicida— en territorio nacional, así como en permitir la utilización de maíz genéticamente modificado exclusivamente para alimentación animal y uso industrial, pero no así para consumo humano, particularmente en la industria de la masa y la tortilla.
El gobierno federal argumenta que estas disposiciones tienen la intención de proteger la salud humana y al medioambiente, pero el CNA ha manifestado su desacuerdo al considerar que la política pública relacionada con el sector alimentario debe estar sustentada en bases científicas y tecnológicas, lo que no se ve que esté presente en el decreto sobre el maíz y el glifosato.
Otro desafío que ha enfrentado la industria alimenticia está en las presiones inflacionarias que desde fines de 2021 aquejan a la economía mexicana, sin dar visos de momento de haber entrado en fase descendente.
El gobierno federal promovió la aplicación del Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (Apacic) que abrió las fronteras del país para la importación de una lista de 24 bienes de consumo básico con facilidades sanitarias y administrativas, como parte de su estrategia para hacer bajar el nivel general de precios en el país.
Sin embargo, los alimentos mantienen una tendencia ascendente de precios, lo cual ha impedido que la tasa de inflación general disminuya de una manera más consistente.
GC