El fundador y director general del Instituto Farmacéutico México (Inefam), Enrique Martínez, advirtió que el desorden del gobierno federal en la compra consolidada de medicamentos provocó la adquisición directa de algunos de éstos con sobreprecios de hasta 11%.
En entrevista con Marco A Mares, para Fortuna y Poder, el experto en temas del sector salud recordó que la actual administración determinó que fueran 1,180 claves de medicamento las que se adquirieran a través de las compras consolidadas, pese a que el promedio era de 800 claves, que son cerca de 50% de las que requiere todo el sistema.
Con esta acción, el gobierno federal pretendía una mayor contención del gasto, ideal para la política de austeridad de Andrés Manuel López Obrador. No obstante, la determinación generó un atraso en la compra, entrega y distribución de un número importante de claves, relevantes para la atención de enfermedades como hipertensión, diabetes, infecciones en general y hasta cáncer.
“Desde enero, instituciones de Salud (Insabi) se vieron en la necesidad de resolver por propia cuenta porque por primera ocasión -desde 2013-, amanecimos sin tener una compra consolidada. De tal manera, tuvieron que comprar a través de adjudicaciones directas, algo que no es nuevo, porque 2020 se caracterizó por muchas adjudicaciones directas por esta falta de planeación y de organización, y que hemos visto que lleva sobreprecios.
“Las últimas estimaciones marcan que los sobreprecios pueden estar en un promedio de entre 10 y 11%, precisamente por demasiadas compras por adjudicaciones directas, con poquitas piezas, pero caras”, mencionó Martínez.
El especialista reconoció que tras la desorganización que “no se está resolviendo plenamente”, al día de hoy, hay contratos que ya están empezando a ejercerse por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), pero que representan sólo 45% del total de claves convocadas, y que, apenas, van a tener su desplazamiento.
El fundador de Inefam resaltó que, ahora, el siguiente problema va a ser el tema de la distribución y la logística para que los medicamentos lleguen a manos, ya sea del paciente, a un quirófano o a piso, donde hay un paciente internado, lo que es “una clara consecuencia de lo que ha sido la falla en el diseño de las compras consolidadas, por lo menos en manos de la UNOPS”.
En ese sentido, el experto mencionó que en los próximos dos meses se comenzará a ver dos procesos de compra consolidada, el de UNOPS y el otro de manos del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), en donde, a reserva de los tiempos que lleve de la producción y obtención de los medicamentos, el problema del cuello de botella en los operadores logísticos contratados (Insabi y Birmex) va a significar un importante reto.
“Una cosa es comprar los medicamentos, que éstos lleguen a los almacenes y que de ahí se logre el desplazamiento. Ahí va a estar el principal problema. Estimamos que -al menos en este proceso, que ya van a tener que hacer de manera acelerada y lo mejor que puedan- hacia el último trimestre del año veremos una acumulación importante de piezas de medicamentos, en algunos casos no necesariamente terminan en manos de los pacientes, pero que sí podrían estar atorados en almacén.
“Hay casos ya de algunos laboratorios que han señalado que no se los están alcanzando a recibir porque no han podido desplazar los medicamentos que tienen en estos momentos. Hay una falta de comunicación entre el laboratorio que entrega al distribuidor (encargado de la operación logística), y de éstos hacia las instituciones de salud. Entonces no se ha logrado resolver esta cadena de comunicación adecuadamente”, acentuó Martínez.
De esta forma, el siguiente problema que visualiza Inefam, de acuerdo a la lógica de los últimos meses, es que la situación podría reproducirse hasta el cierre del año, lo que significa que con la acumulación van a cubrir los primeros meses de 2022.
“Se verá que muchas de las compras que se estén realizando a través de estos procesos de consolidación, todavía es posible que veamos piezas ejercidas hacia el siguiente año, particularmente UNOPS, que está firmando los contratos con los laboratorios para cubrir por lo menos a junio de 2022, y que, pues apenas estaría empezando a visualizar el proceso de compra precisamente el próximo año, en los siguientes días, ya en convocatorias que esté emitiendo”.
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