Si bien la economía mexicana comenzó su proceso de recuperación, tras el impacto de la pandemia del Covid-19, uno de los principales indicadores que deberá cuidar será la tasa de la inflación, derivado del “calentamiento” de la economía de Estados Unidos, del aumento de precios de las materias primas, de la apertura de más actividades productivas de la economía nacional y de una mayor tendencia hacia la demanda de los consumidores mexicanos por bienes y servicios.
“En México el mensaje es que la inflación tiene que ser prioridad en la agenda económica. Hemos visto en los últimos cuatro meses del año presiones importantes de la inflación”, comentó Marcos Daniel Arias Novelo, analista de Monex Grupo Financiero.
En videoconferencia de prensa, el experto recordó que la inflación alcanzó un nivel de 6.1% en abril a tasa anual, por encima del objetivo de 3%, además de que en el promedio enero-abril, el indicador reportó una tasa de 2.67%, la más alta para un periodo similar en 20 años.
“Esperamos que más adelante se estabilice la inflación, pero el riesgo es que crezca más por efecto de la reapertura económica, que pega más a las mercancías, la inflación anual alta viene del lado de las mercancías. Se consideraba que la inflación iba a ser alta, pero la preocupación es que la inflación alta se salió de los límites esperados”, comento el analista, quien de momento estima que el nivel general de precios cerrará con una tasa de 5% en 2021.
En este sentido, el papel del Banco de México (Banxico) será fundamental en los próximos meses sobre las medidas que tomará para frenar a la inflación, coincidió Carlos Alberto Gonzáles Tabares, director de Análisis y Estrategia Bursátil de Monex.
“El Banxico, actuando en su rol de defensor del poder adquisitivo, tendrá que reconocer que se cierra el ciclo de recortes a las tasas de interés y tendrá que normalizar su política monetaria”, añadió Arias Novelo.
Los expertos de Monex consideraron que en los meses de junio y julio, cuando se espera una menor inflación –pero que oscilará entre 4.6% y 5% a tasa anuales—, Banxico tendrá margen para “manifestar una postura moderada” de política monetaria, pero si el indicador “expresa una gráfica de joroba” en los siguientes meses, necesariamente el Banco central “tendrá que ajustar la política monetaria”, es decir, aumentar la tasa de interés.
En sus previsiones para este 2021, González Tabares y Arias Novelo consideraron que el crecimiento de la economía –que estimaron en 5.5% para el cierre del año— permitirá recuperar 60% de lo perdido en 2020, gracias a la “locomotora estadounidense” que, por los estímulos económicos otorgados por Estados Unidos a sus empresas y consumidores, hará crecer la demanda de productos fabricados en México y también el envío de remesas familiares.
Otro factor que contribuirá al crecimiento de la economía nacional será la demanda interna de México, ya que el consumo privado repuntará 8.1% en 2021, aunque todavía por debajo de lo que se avanzó en 2019, antes de la pandemia del Covid-19.

Sin embargo, hicieron ver que la recuperación de la economía mexicana tendrá que recaer también en otros motores en aras de garantizar un crecimiento sostenido, como la inversión pública y privada. Al respecto, Monex pronostica que este indicador avanzará 11.65% en 2021, mejor que el mal desempeño observado en 2020, pero 6.1% menor a lo reportado en 2019 y todavía 16% por debajo del pico que se presentó en 2018.
Expusieron que las perspectivas de la inversión dependerán en gran medida del clima de confianza que pueda generarse en el mercado interno, lo cual ha pasado por momentos de dificultad a raíz de las recientes reformas que se han emprendido en el país en materia de hidrocarburos y las iniciativas que han surgido para controlar el trabajo de los organismos reguladores del país.
En materia de empleo, los especialistas de Monex consideraron que el mercado laboral se ha recuperado razonablemente bien de la crisis por el Covid-19, si bien históricamente las tasas de desempleo han sido bajas por la existencia de un amplio sector informal de la economía.
“Algo importante a considerar es que se recuperan los empleos pero no el ingreso y no la calidad de los empleos; además es menor la creación del empleo privado, vemos una creación diferenciada entre sectores, vemos esa constante. Habrá empleos en crecimiento robusto, cercano 3.8% a fines del año, pero la calidad de los ingresos será diferente, algunos sectores van más rezagados como los servicios, así como las regiones centro y sursureste del país a finales de 2021”, comentó Marcos Arias.
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GC