La inflación desaceleró su paso más de lo esperado en febrero, pero se mantienen persistentes niveles altos de precios en el país, particularmente en mercancías alimenticias y servicios.
“Aunque son buenas noticias, la disminución de la inflación general en febrero debe ser tomada con cautela”, señaló Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
La inflación registró una variación con respecto a enero (mensual) de 0.56 por ciento, cuando el mercado esperaba un avance de 0.61 por ciento.
Con ello, la tasa anual (frente a febrero de 2022) se ubicó en 7.62 por ciento, el menor nivel desde marzo de 2022 y ligeramente por debajo de lo previsto por el consenso del mercado (7.67 por ciento).
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Además, también fue menor a la observada en enero, de 7.91 por ciento, señalaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“Los resultados de febrero son positivos, pero ello no significa que se haya logrado la victoria en el combate”, comentó Marcos Arías, analista de Monex.
Siller explicó que el dato debe ser tomado con cautela, debido a que la inflación de mercancías sigue en niveles elevados y los incrementos a tasa mensual se mantienen por arriba de lo observado en años previos.
Por otro lado, dijo, continúan las presiones sobre servicios, llevando la tasa anual a su mayor nivel desde 2013 y, por último, los precios de los productos pecuarios han subido a una tasa por arriba del promedio de años previos.
“Debido a que la inflación muestra señales mixtas y todavía no hay evidencia de una clara tendencia a la baja, la proyección de inflación hacia el cierre del año se mantiene sin cambios en 5.10 por ciento”, añadió la especialista.
Al respecto Arias comentó que el camino para bajar la inflación es largo y la prueba de fuego vendrá en los próximos meses, cuando se deba evaluar si más allá de la ausencia de grandes disrupciones, las condiciones en la economía avalan un escenario de estabilidad de precios.
Inflación subyacente
Este indicador que se integra de las mercancías alimenticias y no alimenticias, además de servicios y que ayuda a determinar la trayectoria en el mediano y largo plazo de la inflación general, se ubicó en 0.61 por ciento mensual, bajando de 0.76 por ciento en el mismo mes de 2022.
Esto debido que a que disminuyeron las presiones inflacionarias en el componente de mercancías, lo que permitió a la inflación subyacente ubicarse en una tasa anual de 8.29 por ciento, la menor desde septiembre del 2022.
¿Qué fue lo que más subió de precio?
El INEGI informó que los productos y servicios que más subieron de precio y afectaron a la inflación por su peso en el índice fueron el huevo (9.04 por ciento), gas doméstico LP (4.06 por ciento), pollo (3.77 por ciento), loncherías, fondas, torterías y taquería (0.85 por ciento), plátanos (11.26 por ciento), vivienda propia (0.29 por ciento), universidad (1.71 por ciento), restaurantes y similares (0.74 por ciento), automóviles (0.91 por ciento) y leche pasteurizada y fresca (1.04 por ciento).
FP