El proyecto de Norma Oficial Mexicana NOM-187-SSA1/SE-2023, que pretende prohibir el uso de maíz genéticamente modificado para la elaboración de masa y tortilla, ha causado inquietud entre los fabricantes de estos productos, quienes advierten complicaciones para identificar con seguridad el maíz que está libre de tratamiento biotecnológico, conforme a los nuevos requerimientos.

El pasado 5 de julio se dio a conocer que el gobierno federal entregó a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) el proyecto de la NOM-187-SSA1/SE-2023, Productos de maíz nixtamalizado – Masa, harina, tortillas, tostadas y otros productos derivados de masa y establecimientos donde se procesan – Especificaciones y disposiciones sanitarias. Denominaciones e información sanitaria y comercial.

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Entre otras especificaciones, la NOM-187 establece que “en la elaboración de los productos objeto de esta NOM, debe abstenerse el uso de maíz genéticamente modificado como materia prima”.

Al respecto, el Consejo Nacional de la Tortilla (CNT) ha manifestado que los propietarios de los pequeños negocios dedicados a la fabricación y venta de tortilla del país difícilmente podrán saber cuándo la materia prima corresponde a maíz genéticamente modificado o no, de ahí que lo más pertinente será supervisar a sus proveedores, que son los fabricantes de harina de maíz.

En declaraciones a la prensa, el CNT ha dicho que el grueso de las tortillerías del país producen masa y tortillas a partir de harina de maíz, de modo que es más factible que las autoridades supervisen el producto que movilizan los comercializadores de harina de maíz, así como los productores del grano en el campo mexicano.

Asimismo, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) ha referido a la prensa que, de aprobarse la NOM-187 en sus términos y de publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la aplicación de la Norma exigirá que los actores del mercado de masa y tortilla tengan que contratar equipos de especialistas para certificar que la materia prima sea libre de biotecnología.

Además, la disposición puede recrudecer la disputa entre México y Estados Unidos por el comercio del maíz genéticamente modificado, la cual está en marcha, tras la publicación del decreto presidencial de febrero pasado que restringe la importación, siembra y uso de maíz transgénico –como le llama el gobierno mexicano— para la elaboración de masa y tortilla.

Asimismo, la Cámara Nacional de Maíz Industrializado (Canami) ha manifestado igualmente su preocupación sobre las implicaciones de la NOM-187, por los costos añadidos que implicará para los actores del mercado la contratación de equipos de certificación, y también por las consecuencias que pueden sobrevenir en materia comercial.

Según la Canami, México debe informar a sus socios comerciales sobre esta disposición. (Con información de Milenio diario)

GC