El presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos TIF (ANETIF), Alonso Fernández Flores, advirtió que el comercio y los precios de la carne mexicana enfrentan presiones no sólo por el cierre de puertos fronterizos en Estados Unidos, sino también por factores internos.

En el marco de la reapertura del comercio de ganado mexicano a Estados Unidos, señaló que los cárnicos se enfrentan al encarecimiento de granos en el país, así como al alza en los costos de energía y transporte, los brotes sanitarios y la sequía que afecta a varias regiones.

Abundó que, aunque hay más ganado retenido en el país, a raíz de la suspensión de exportaciones a Estados Unidos, no significa carne más barata.

Al contrario, los precios se han mantenido altos por los costos de alimentación.

En el caso de la carne de res, estamos viendo un ciclo ganadero muy afectado por la sequía, pues hay menos pastos, menos agua y menos cabezas disponibles significan precios más altos”, dijo.

Añadió que en el caso de la carne de cerdo, ha tenido un alza todavía más marcada, “con una inflación de 12.6% anual, lo que se debe a una combinación de fuerte demanda interna, costos internacionales elevados, y dependencia de importaciones de Estados Unidos”.

Y en el caso del pollo, aumentó casi 9% en solo una quincena. El consumidor migra entre proteínas según su bolsillo, pero al final todas están bajo presión por demanda, enfermedades y costos de producción”, precisó.

Fernández Flores agregó que todo apunta a que los precios se mantendrán altos durante 2025, previendo que la estabilización podría llegar hasta el próximo año, cuando los ganaderos se recuperen y los costos de producción se ajusten.

En se contexto, subrayó que se trabaja con el gobierno federal en acuerdos voluntarios dentro del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) para estabilizar precios, y desde el sector TIF se canaliza el ganado disponible hacia plantas certificadas, aumentando la oferta de carne procesada de calidad para el mercado interno y en algunos casos externo.

No se trata solo de tener más ganado, sino de poder procesarlo, distribuirlo y venderlo de manera eficiente en los mercados ya existentes”, dijo el presidente de la ANETIF, quien manifestó que junto con aliados en la industria, trabajan en soluciones como más eficiencia logística, diversificación de proveedores, estrategias de cobertura para insumos e importaciones estratégicas sin aranceles.

Explicó que, en el caso de las importaciones sin aranceles, ya se realizan algunas a través del decreto PACIC de exención arancelaria, el cual extendió su validez hasta diciembre del 2025.

Se deben mantener estas medidas mientras dure la crisis de precios, pero siempre cuidando que los productos importados cumplan los estándares sanitarios, ya que el consumidor necesita contar con proteínas accesibles, pero sin comprometer la calidad ni la seguridad alimentaria”, dijo

Finalmente, indicó que los retos de la industria cárnica ante este panorama y los conflictos geopolíticos son grandes; sin embargo, también resaltó que se preparan para superarlos con prevención sanitaria, cooperación internacional y mejoras estructurales.

Estamos viviendo una tormenta perfecta y necesitamos respuestas técnicas e integrales, no solo políticas”, concluyó.

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