En medido de la incertidumbre internacional por la política comercial de Estados Unidos, el Plan México constituye una oportunidad para impulsar el crecimiento económico de las regiones del país, sobre todo de los estados más rezagados.
Sin embargo, es necesario que la federación y las entidades federativas den celeridad al despliegue de los Polos de Desarrollo del Bienestar (Podebi) que se tiene previsto desplegar, ya que los Podebi más avanzados todavía carecen de infraestructura básica como agua, energía eléctrica y vialidades, así como la capacitación del personal que van a necesitar las empresas que se establecerán en esos parques industriales, sobre todo cuadros con formación técnica, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
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En la presentación del reporte “Índice de competitividad estatal 2025”, Valeria Moy, directora general del Instituto, refirió que para aprovechar el Plan México, las 32 entidades federativas del país tendrán que alinear sus planes de desarrollo económico a los objetivos del Plan México y echar mano de sus ventajas competitivas, con el propósito de atraer inversiones, abrir nuevos negocios y generar empleos formales.
En un entorno global envuelto en la incertidumbre, debido a que las reglas del comercio internacional son cuestionadas, México debe aprovechar su posición geográfica y su facilidad para ingresar al mercado estadounidense.
En ese contexto, las entidades deben promover un ambiente propicio para la inversión pública y privada, lo que significa impulsar la innovación, el despliegue de infraestructura de calidad y un mercado de trabajo competitivo, comentó Óscar Ocampo, director de Desarrollo Económico del Imco.
Los estados del sur-sureste deben ser los primeros interesados en fortalecer sus capacidades competitivas para atraer a la inversión productiva, consideraron los expertos.
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El “Índice de Competitividad Estatal 2025” refiere que la Ciudad de México, Baja California Sur y Nuevo León son las tres entidades federativas más competitivas del país, mientras que Oaxaca, Guerrero y Chiapas, son las menos competitivas, ya que ocupan los sitios 30, 31 y 32, respectivamente.
De lo anterior se desprende que las tres primeras entidades se encuentran en condiciones más favorables para aprovechar el Plan México, mientras que las tres últimas enfrentan más dificultades para atraer inversión productiva.
En este sentido, el Imco formula una serie de acciones de política pública que deberán aplicar los gobiernos estatales, de la mano de la federación, para garantizar que el Plan México tenga el efecto deseado en las regiones del país.
Fomentar la colaboración entre actores para la transferencia de conocimientos y tecnología.
Impulsar la transformación digital de sectores clave mediante la adopción de tecnologías de la industria 4.0.
Invertir en infraestructura complementaria en las entidades de alta capacidad de carga aérea.
Desarrollar planes de infraestructura regionales con visión de largo plazo.
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Implementar ventanillas únicas estatales para inversionistas.
Fortalecer cuerpos policiales estatales en nodos logísticos clave.
Continuar con evaluaciones del desempeño regulatorio, incluso en el marco de una nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos.
Diseñar una gestión hídrica integral a nivel estatal en entidades con escasez de agua.
Desarrollar programas de eficiencia energética a nivel estatal.
Fomentar centros de capacitación en habilidades digitales en estados con alta informalidad laboral.
GC
