Este jueves (30 de marzo), el Banco de México (Banxico) tendrá su segunda reunión de política monetaria del año (el 9 de febrero fue la primera). El consenso del mercado prevé que nuevamente aumentará sus tasas, aunque ya a un menor ritmo, dado que se muestran cifras más alentadoras en inflación.

De los 33 analistas que participaron en la Encuesta Citibanamex de Expectativas, 32 esperan un incremento de 25 puntos base. Solo XP Investments prevé que el ajuste será de 50 puntos.

Con ello (estimación del consenso), la tasa de referencia de Banxico llegaría a 11.25 por ciento.

“Esperamos que el banco central de México aumente su tasa de referencia en 25 puntos básicos, a 11.25 por ciento, en la reunión del jueves, con una orientación a futuro que dice que no hay planes para más alzas, pero los formuladores de políticas monitorearán los datos entrantes”, consideró Felipe Hernández, economista para Latinoamérica de Bloomberg Economics.

Sin embargo, Bank of America (BofA) Securities espera más alzas hacia adelante, con lo cual -prevé- que llegue a 11.50 por ciento.

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“Una vez que llegue a la tasa terminal es probable que se quede ahí durante meses”.

BofA SECURITIES

BofA también prevé que en la reunión de mañana se aumente la tasa en 25 puntos base, aunque en una decisión dividida, donde uno o dos integrantes de la Junta de Gobierno apuesten por un ajuste mayor.

Incluso, hace unos días, la subgobernadora de Banxico, Irene Espinosa, señaló que es necesario continuar aumentando las tasas para mantener ancladas las expectativas de inflación.

En su opinión, el indicador subyacente (incluye mercancías alimenticias y no alimenticias, además de servicios) “ha sido muy resistente a caer”, según expuso en una entrevista con Bloomberg Televisión.

¿Cómo va la inflación?

El analista de Bloomberg recordó que la inflación cayó a 7.12 por ciento en la primera quincena de marzo, desde 7.48 por ciento en las dos semanas anteriores.

Eso se compara con 7.88 por ciento en las últimas dos semanas de enero, la lectura final disponible antes de la reunión de febrero.

“La desaceleración de los cambios en los precios de los alimentos y la energía complementarios en línea con los efectos de base, las materias primas mundiales y la fortaleza del peso representaron la mayor parte de la caída”, comentó.

La inflación subyacente (la que más preocupa) cayó a 8.15 por ciento desde 8.21 por ciento y 8.46 por ciento, respectivamente, durante el mismo período.

La menor inflación subyacente de los bienes, consistente con la apreciación acumulada de la moneda y la disminución de la presión de las cadenas de suministro globales rotas, fue un factor clave, señaló Hernández.

En su opinión, los resultados hasta la primera quincena de marzo están en línea con las proyecciones del banco central de una inflación general promedio de 7.7 por ciento y una inflación subyacente promedio de 8.2 por ciento en el primer trimestre.

FP