Las lluvias intensas, tormentas eléctricas y huracanes han generado un aumento sustancial en las reclamaciones de seguros por daños patrimoniales en México, con un crecimiento del 320% en las solicitudes de indemnización en las últimas semanas, en comparación con el mismo periodo en años anteriores, según un análisis de Grupo Interesse, firma especializada en consultoría y gestión de seguros y fianzas.

Este incremento en la siniestralidad se relaciona con la mayor frecuencia e intensidad de fenómenos hidrometeorológicos que cada año afectan diversas regiones del país.

De acuerdo con el reporte de Interesse, los principales daños incluyen inundaciones, colapsos estructurales, afectaciones eléctricas y daños por vientos fuertes en viviendas, comercios e instalaciones industriales.

La tendencia observada por la firma coincide con las proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que prevé una temporada particularmente activa en 2025, con al menos 37 ciclones tropicales entre el Atlántico y el Pacífico, cifra superior al promedio histórico. Además, se anticipa que las lluvias intensas se prolonguen hasta noviembre, lo que podría agravar los impactos sobre la infraestructura urbana y privada.

De acuerdo con Verenice Mecalco Villa, socia directora Daños Tradicional de Grupo Interesse, el cambio climático está modificando profundamente los patrones de riesgo en México y las lluvias y huracanes ya no son fenómenos excepcionales, “sino cada vez más recurrentes e intensos.

“Esta situación obliga a personas y empresas a replantear sus estrategias de protección patrimonial, ya que en zonas donde antes no se registraban este tipo de afectaciones, como la Ciudad de México, se han comenzado a reportar daños a viviendas y comercios por inundaciones, e incluso el colapso de techos debido a la acumulación de agua”, apuntó.

Ante este panorama, la firma hizo un llamado a la población y a las empresas a tomar acciones como:

· Revisar cuidadosamente las pólizas actuales para verificar que incluyan coberturas específicas ante fenómenos hidrometeorológicos y seguros adicionales, como interrupción de actividades, daños a equipo electrónico y protección para infraestructura crítica.

· Tomar medidas preventivas; por ejemplo, las empresas pueden resguardar bienes sensibles a daños por agua y/o anclar adecuadamente objetos en exteriores ante posibles vientos fuertes.

· Realizar un registro fotográfico de los bienes, como evidencia de su estado previo y en caso de siniestro, documentar con fotografías los daños de forma inmediata para facilitar el proceso de atención y reclamación del seguro.

“Contar con un seguro representa una herramienta clave para proteger el patrimonio y garantizar la estabilidad financiera. Esto permite a las familias evitar crisis económicas y a las empresas asegurar la continuidad de sus operaciones frente a los daños ocasionados por fenómenos naturales como las intensas lluvias de la temporada“, finalizó la directiva.

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