El mercado de autos eléctricos tiende a crecer en México, ya que solamente entre enero y septiembre de este año se ha observado un crecimiento de 109% en la compra de estos vehículos, al alcanzar un récord históricos de 18,600 unidades.

Sin embargo, esta tendencia puede traducirse en dificultades para las grandes empresas arrendadoras, por la vía de la depreciación de los vehículos y también por el hecho de que se restituyó el cobro de aranceles a la importación de estas unidades, lo que a su vez se verá reflejado en los precios a los consumidores, consideró Moody’s Local México, en el reporte “Creciente demanda de autos eléctricos es un reto para arrendadoras”.

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En septiembre de 2020 se dio a conocer un decreto que exentó el pago de aranceles a vehículos eléctricos ligeros, autos eléctricos para más de 10 personas y para transporte de carga, pero la vigencia de esta disposición terminó el 30 de septiembre pasado.

Consecuentemente, a partir del 1 de octubre, la importación de autos eléctricos ligeros y los vehículos para carga deben pagar aranceles de 15%, mientras que los autos eléctricos para más de 10 personas debe pagar aranceles de 20%.

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Por esta situación, los consumidores tendrán que pagar precios más altos por este tipo de vehículos, consideró Moody’s Local México, al recordar que en 2026, con motivo de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pueden sobrevenir nuevas disposiciones arancelarias para los autos eléctricos.

El costo de la depreciación

El reporte de Moody’s Local México explica que la depreciación de los autos eléctricos ocurre por la reducción de precios gracias a mejoras en la producción y la tecnología, a la calidad y durabilidad de las baterías y componentes, y a la falta de datos históricos para proyectar la depreciación.

A medida que los clientes comienzan a demandar más vehículos eléctricos, las arrendadoras enfrentan mayor presión para incorporar e incrementar su participación de estas unidades en sus carteras, aunque no representen porcentajes significativos.

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La creciente demanda puede provocar un aumento rápido en la cuota de los vehículos eléctricos en la colocación anual de las carteras de arrendamiento, para adaptar así su oferta de vehículos a la demanda de sus clientes.

En aras de mitigar el riesgo de exposición a un aumento en la cantidad de vehículos eléctricos de arrendamiento, las arrendadoras pueden incrementar las tasas de interés para estos vehículos y compensar la posible volatilidad en los valores residuales.

Una medida adicional son los mayores pagos iniciales que reducen la exposición a los residuales y permite administrar límites de exposición en las carteras.

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En contraparte, estas medidas de mitigación en una mayor flota de vehículos eléctricos con tarifas de arrendamiento y pagos iniciales más altos tienen como límite la capacidad de pago del arrendatario y la potencial penetración en el segmento de mercado.

Además, poner un tope a la exposición por fabricante y vehículos eléctricos en comparación con vehículos a gasolina ayuda a mitigar la volatilidad, a partir de diversificar el riesgo de residuales, pero también puede limitar la atracción de nuevos clientes.

En conclusión, Moody’s Local México considera que las arrendadoras de autos, que tienen en su cartera los vehículos eléctricos, estarán sujetas a ajustes de precios que deberán compensar en función de sus modelos de negocio.

GC