El incremento del arancel de 25% a 50% que determinó esta semana el gobierno de Estados Unidos a las importaciones de productos de acero y de aluminio tendrán como efecto colateral el encarecimiento de las autopartes que México exporta al mercado norteamericano.
“La Industria Nacional de Autopartes (INA) advierte que las nuevas disposiciones arancelarias impactan particularmente a los fabricantes mexicanos de autopartes que emplean acero y aluminio como insumos esenciales para producir componentes críticos como motores, estructuras de carrocería, sistemas de frenos, arneses y módulos de seguridad, entre otros”, aseguró la misma INA, a través de un comunicado.
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Con la aplicación de los impuestos al acero y al aluminio, que entraron en vigor el miércoles pasado, se espera un aumento de precios de las autopartes exportadas desde México, lo que inevitablemente afectará los tiempos de entrega a los fabricantes de automotores de Estados Unidos, que se rigen “bajo esquemas de producción just in time”.
Esta situación no solo comprometerá a la industria mexicana de autopartes, sino que también tendrá efectos negativos para la cadena productiva de la industria automotriz en la región de América del Norte, entre otras industrias que igualmente utilizan insumos hechos de acero y de aluminio.
Actualmente, México fabrica y exporta a Estados Unidos partes y componentes como motores, estructuras de carrocería, sistemas de frenos, arneses y módulos de seguridad, entre otros.
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La industria de autopartes instalada en México apenas evadió el arancel de 25% que estableció el gobierno estadounidense en el pasadores de abril a los autos y las autopartes.
En la medida que México es parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), las autoridades estadounidenses flexibilizaron el trato hacia nuestro país, ya que el arancel de 25% solo aplicará sobre el contenido no estadounidense de los vehículos, mientras que las autopartes quedaron libres de aranceles.
Sin embargo, el aumento del arancel a 50% para las importaciones de productos de acero y de aluminio procedentes de México constituye un “balde de agua fría” para la industria de autopartes.
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En este sentido, los empresarios del sector solicitaron al gobierno federal que haga las gestiones necesarias con el gobierno estadounidense para revertir el impuesto sobre los productos de acero y de aluminio.
“La INA hace un llamado a las autoridades mexicanas a fortalecer las gestiones diplomáticas ante su contraparte estadounidense, a fin de solicitar la exención inmediata de los aranceles para las autopartes que cumplan con los requisitos de origen del T-MEC, bajo los principios de trato equitativo y reconocimiento del valor estratégico de México en la cadena de suministro automotriz de Norteamérica”, concluyó el comunicado.
GC
