La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró el acuerdo que su gobierno firmó ayer con productores de harina de maíz y fabricantes de tortilla, en aras de promover una disminución de precios de manera gradual, lo cual aclaró que no constituye un control de precios, ya que es un pacto voluntario.
En su conferencia de prensa de todas las mañanas, la mandataria aseguró que la primera meta del acuerdo consiste en detener el aumento del precio de la tortilla en el país, mientras que la segunda meta consiste en reducir el precio en 5% en el transcurso del segundo semestre de este año.
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Posteriormente, las partes harán lo necesario para lograr una disminución del precio del producto en 10% al cierre del sexenio.
Para lograr estos objetivos, la mandataria informó que representantes del gobierno y de los productores instalarán mesas de trabajo, con el propósito de dar seguimiento al cumplimiento de las metas e identificar los cuellos de botella en la cadena de producción que pudieran generar un obstáculo.
Este proceso implica reducir al mínimo o eliminar el “intermediarismo” que permita reducir los costos de producción y que el fabricante de tortillas no tenga que vender más caro la mercancía a los consumidores finales.
“Lo que queremos en las mesas de trabajo es llegar a que no aumente el precio de la tortilla, y luego buscar reducir el precio, si se van disminuyendo todos estos elementos”, dijo Sheinbaum Pardo, al destacar que en el sur del país la tortilla se vende a un precio mayor que el promedio nacional.
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Las partes propondrán maneras de “facilitar el transporte, facilitar el acceso a créditos a los molineros o cómo disminuir los intermediarios para que el productor (de maíz) pueda vender directamente al productor de masa”, comentó la mandataria.
En su conferencia “mañanera”, Claudia Sheinbaum hizo ver que la industria de la tortilla se abastece de dos grandes fuentes de materia prima, que son por un lado los productores de harina de maíz —existen tres grandes empresas proveedoras—, y por otro, los productores de masa de nixtamal, que constituye esta última la forma tradicional para preparar las tortillas.
En este sentido, la mandataria hizo ver que el acuerdo sobre la tortilla también considera el objetivo de recuperar la forma tradicional de producción de tortilla, así como el consumo de maíces criollos no genéticamente modificados.
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“Esta parte tradicional se ha perdido mucho, por eso el gobierno quiere recuperarla (…) También queremos recuperar una buena parte del maíz criollo, porque hay mucho maíz híbrido en México que no es genéticamente modificado”, agregó Sheinbaum Pardo.
GC
