La actividad económica de México se contrajo 0.36% mensual en marzo en términos reales, lo que representa su primera caída en lo que va del año y la mayor desde diciembre pasado.
De acuerdo con los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el mal desempeño se debió a que las actividades secundarias (industrias de la minería, manufacturas, construcción y electricidad) retrocedieron 0.90 por ciento. A su interior, la minería retrocedió 2.70%, la manufactura lo hizo en 1.10% y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos, en 1.07 por ciento.
Igualmente, se observó una caída de 0.40% de las actividades terciarias (comercio y servicios), resultado de la contracción en servicios profesionales, científicos y técnicos (-5.19%), servicios de esparcimiento culturales y deportivos (-2.68%) y servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas (-1.35%).
De forma contraria, las actividades primarias (agropecuarias) mostraron un crecimiento mensual de 4.30%, el más alto desde julio de 2024.
En su comparación anual, la actividad económica de México registró una caída de 0.12% (cifras desestacionalizadas), la primera contracción del año.
Lo anterior se debió a que las actividades secundarias se contrajeron 1.31% debido a la minería (-10.13%) y al comercio al por mayor (-5.60%).
Por su parte, las actividades terciarias incrementaron 0.2% y las primarias, 7.5 por ciento.
De acuerdo con Bx+, la contracción del IGAE en marzo anticipa un menor dinamismo económico en los próximos meses. Esto, ante un consumo privado debilitado, especialmente en servicios discrecionales, debido a la creciente incertidumbre entre los hogares y a la menor creación de empleo formal.
Igualmente, la confianza empresarial también se ha visto afectada por factores tanto internos como externos, lo que, junto con tasas de interés reales aún elevadas, ha frenado la inversión fija.
A lo anterior se sumaría que la desaceleración en Estados Unidos sigue limitando las exportaciones manufactureras.
“En conjunto, estos elementos configuran un panorama de crecimiento moderado con riesgos a la baja.
“Hacia finales del año, se espera cierta reactivación de la actividad, conforme disminuya la incertidumbre comercial —particularmente si se confirma una desescalada en la política comercial de EU y se adelanta la revisión del T-MEC— y bajen más las tasas de interés. Esto podría impulsar la inversión, el empleo y el consumo”.
Bx+ añadió que este entorno de bajo crecimiento abre espacio para que el Banco de México continúe recortando la tasa de interés, actualmente en 8.50 por ciento.
“Sin embargo, es probable que mantenga una postura cautelosa, ya que la inflación ha repuntado y su panorama sigue enfrentando riesgos al alza, a pesar de la debilidad económica”.
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