Mientras continúe adelante la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 en el país, el trabajo remoto o teletrabajo se mantendrá como una práctica constante en las empresas hasta el verano de 2021, según reportó 80% de un conjunto de gerentes de recursos humanos consultados.

“El home office o trabajo en casa, una solución que no era aún contemplada por todos, en México creció 47% de marzo a abril y, a pesar de que en julio comenzó a bajar, pasó a ser la incidencia más usada”, aseguró Maya Dadoo, directora general de Worky, una plataforma de soluciones de software para la gestión de recursos humanos.

Con base en un estudio sobre el impacto en México de la pandemia del Covid-19 en la administración de personal, Worky encontró que 80% de las empresas consultadas se han acostumbrado a operar bajo la modalidad de teletrabajo en cumplimento de las recomendaciones sanitarias del país, pero también porque el personal aprecia esta forma de laborar.

Aproximadamente 59% de los empleados consultados dijeron sentirse menos estresados para cumplir con sus obligaciones ante la empresa que los contrató.

Vacaciones y bonos, los estímulos para empleados

Otra práctica que se ha sumado a la gestión de recursos humanos en la “nueva normalidad” laboral ocasionada por el Covid-19 ha sido la negociación de los periodos vacacionales.

Durante el periodo de cuarentena obligatoria a nivel nacional, de finales de marzo a principios de junio de este año, las solicitudes de vacaciones de los empleados disminuyó 52%.

Pero a partir de julio, luego de que se levantó el confinamiento, las solicitudes de vacaciones volvieron a aumentar, no obstante que los empleados ya no salieron de casa, debido a las medidas de prevención de contagios, y también para atender asuntos personales.

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Asimismo, varias de las empresas consultadas por Worky reconocieron que se vieron obligadas a reducir sueldos de los empleados, para conservar la liquidez en el contexto de crisis económica provocada por la pandemia.

Sin embargo, “los bonos se mantuvieron con el fin de no generar más conflicto con los empleados, motivo por el cual, estos incentivos fueron la única incidencia que se mantuvo constante”, agregó Worky en un comunicado.

Tras los despidos de personal que se presentaron durante la cuarentena obligatoria, a partir de agosto las empresas han reanudado las contrataciones de personal de una manera más consistente, de modo que en septiembre el reclutamiento de trabajadores aumentó 70%, expuso Worky en su comunicado.

En la peor etapa de la crisis económica, que fue en el segundo trimestre del año, las ramas de actividad que más empleos tuvieron que suprimir fueron servicios financieros e industriales. Visto por posición en la empresa, los puestos más castigados fueron los ejecutivos, en una proporción de 20%, y los asistentes o ayudantes con 13%.

Las empresas consultadas aseguraron que las áreas que más resistieron los recortes fueron recursos humanos, el departamento jurídico y el departamento cobranza, lo cual evidencia la relevancia que tuvieron este tipo de actividades para la sobrevivencia de sus operaciones.

GC