En medio de guerras criminales y enfrentamientos con las autoridades mexicanas, organizaciones delictivas han tenido que diversificar sus actividades para financiarse, afectando a miles de empresas en el país. De hecho, 1.2 millones de compañías fueron víctimas de al menos un delito en México durante 2021, con pérdidas de 50,341 millones de pesos.

De acuerdo con el estudio “Empresas Bajo Fuego”, de México Evalúa, las compañías del sector comercio han sido las más golpeadas por la inseguridad, con 2,780 unidades económicas afectadas por cada 10 mil, por arriba del promedio nacional.

El informe, basado en datos de la Encuesta Nacional de Victimización a Empresas (ENVE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sostiene que el segundo sector más impactado es el de servicios y, en tercer lugar, la industria (debajo del promedio nacional).

Por la composición de cada sector, es posible imaginar que el sector industrial tiene mayores capacidades y recursos para protegerse del delito, mientras que la enorme diversidad y exposición al público del sector de servicios y de comercio les hace más vulnerables”, menciona.

Según datos de la ENVE de 2021, 37% de las unidades económicas cuentan con alguna medida de protección contra la delincuencia, una baja respecto al 46% reportado en el levantamiento de 2019.

Estos gastos ascendieron a 69,901 millones de pesos, mientras que las pérdidas fueron de 50,341 millones de pesos.

“Se trata de recursos que dejan de invertirse en, por ejemplo, mejorar la productividad, pues deben desviarse hacia medidas como la compra de cámaras y la contratación de personal de seguridad”, subrayó México Evalúa.

Por tipo de delito, acentúa que la extorsión sigue siendo la actividad criminal que ha impactado con mayor fuerza en las grandes, medianas y pequeñas empresas en el país, como resultado de los intentos del crimen organizado por controlar las economías locales.

En este punto, destacó que el ‘cobro de piso’ ha alcanzado a una amplia variedad de establecimientos comerciales, de distintos tamaños y sectores, desde grandes empresas de telecomunicación hasta tortillerías y comercios ambulantes y taquerías.

Por entidad, el reporte retoma del último levantamiento de 2021 de la ENVE, que las tasas de prevalencia más altas –por arriba de 3,000 por cada diez unidades económicas– están en las entidades de la zona del Bajío –Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato–, además de los casos de Durango, Sonora, Colima, Ciudad de México, Querétaro y Tlaxcala.

Yucatán se destaca con la tasa de prevalencia delictiva más baja en el país.

Propuestas

Con el objetivo de hacer frente a la victimización empresarial, México Evalúa propuso:

  • Diseñar e implementar medidas de apoyo y protección a las empresas medianas del sector comercial, las cuales, al estar más expuestas y cubrir una diversidad de actividades, sufren mayores afectaciones e incurren en mayores pérdidas económicas.
  • Implementar políticas que se adentren en el desmantelamiento de los factores que sustentan a los grupos criminales y que remedien la falta de capacidad y recursos en los sistemas de seguridad y justicia.
  • Desarrollar, mediante mecanismos público-privados, acciones y estrategias para invertir en políticas públicas que atiendan las raíces del crimen organizado y faciliten el trabajo coordinado.

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