A sólo un mes de que termine el año, 2020 se perfila para heredar varios problemas sin resolver. La escena internacional está repleta de conflictos: la interminable guerra comercial entre China y EUA, la extensión de las tensiones comerciales de EUA con otros países (ahora frente a Brasil, Argentina y Francia), la ratificación del TMEC, las diferencias ideológicas entre líderes del mundo, la irresolución de Brexit, la incertidumbre sobre la dinámica económica global y los conflictos geopolíticos, entre otros. En el ámbito social, 2019 fue un año de continua gestación de tensiones que seguirán en 2020: la polarización de la sociedad, la amplia brecha de ingresos, la inequidad de género, los feminicidios, la poca acción frente al cambio climático y la movilidad de refugiados. Las variables financieras se mantienen atentas a cualquier señal que pueda anticipar a la solución de estos conflictos, en particular, la atención se centra en China y EUA. De no anunciarse un acuerdo, el 15 de diciembre entrarán en vigor la nueva tanda de tarifas hacia las importaciones chinas. Lo más probable es que no se impongan estas tarifas, pero tampoco habrá una resolución definitiva y, por lo tanto, que los vaivenes continuarán. De frente a las elecciones el próximo año, Trump usará esta retórica según se ajuste la intención de voto. De momento, sin conocer al candidato demócrata resulta difícil anticipar la carrera. Sin profundizar demasiado, en la encuesta de encuestas de Real Clear Politics, Joe Biden mantiene el liderazgo en las preferencias (27.8%) seguido de Bernie Sanders (15.6%) y Elizabeth Warren (14.2%), quien se ha desplomado fuertemente desde octubre. Pete Buttigieg (11.4%) ha materializado gran parte de esta pérdida y se perfila en cuarto lugar. Esto se llevará gran parte de la atención en 2020. Aparte del entorno externo, 2019 deja un panorama desolador para México. La pendiente ratificación del TMEC es posible que se extienda hasta el siguiente año y, al ser un factor de negociación en la política en EUA, el gobierno mexicano parece tener poca injerencia. No obstante, en lo que eso se materializa, el TLCAN se mantiene vigente, lo que resulta benéfico para el país. Pero, el reto más importante en 2020 es intentar revivir la economía, la cual no creció en lo absoluto en los primeros nueve meses del año. La economía está frenada por completo y las medidas planeadas por la actual administración para revivirla, no parecen ser contundentes, resolutivas, ni adecuadas. El plan de infraestructura recientemente anunciado por poco menos del 2% del PIB, no será suficiente, ni la idea de reactivar el consumo por medio de los programas sociales o de un alza agresiva al salario mínimo sin la mejora en la calidad de los empleos. Bien es cierto que el primer año de una nueva administración tiene retos importantes; sin embargo, ésta consiguió meter freno por completo, con una fuerte pérdida de la confianza del sector empresarial. Por el contrario, la confianza del consumidor y la popularidad presidencial se mantienen elevadas, lo que parece comprarle tiempo a AMLO. La reactivación económica tiene que venir de un incremento en la confianza en las instituciones, aumento en la productividad por medio de inversión en nuevas tecnologías, reglas claras y sólidas para la inversión extranjera, seguridad a la sociedad, aunado al compromiso de mantener las finanzas públicas sanas, esto último se ha cumplido hasta ahora. Lo que hemos aprendido en 2019, es que todo lo anterior, también tiene que venir acompañado de mejoras sociales. Seguir luchando e implementando políticas eficientes para disminuir la pobreza, acercar a los más vulnerables a los sectores productivos, disminuir la violencia y la brecha de género, ofrecer oportunidades a jóvenes y erradicar la corrupción y las ventajas de la clase política. Sí, parece una carta a los Reyes Magos, pero es lo que necesita el país. Daniela Blancas