Ante el crecimiento acelerado que han tenido los servicios financieros por medios digitales, los bancos tradicionales, los neobancos, así como empresas tecnológicas y empresas de ventas en línea, entre otros diversos actores, han enfocado sus esfuerzos en captar nuevos clientes.
Sin embargo, en esta competencia feroz, no basta tener una plataforma digital amigable y funcional, sino que al final de cuentas, el principio básico consiste en identificar el mejor tipo de servicios a ofrecer y qué tan eficiente es el competidor para adaptar sus productos al ambiente digital, advierte Alejandro Masseroni, gerente general de Mambu México, una plataforma en la nube de servicios financieros.
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El directivo sabe de lo que habla, ya que tiene unos 16 años de experiencia en el sector financiero, además de que dirige en el país a Mambu, una compañía de tecnología financiera de origen alemán, que nació en 2011.
“El aprendizaje que deja esta aceleración de la tecnología digital aplicada al sector financiero consiste en que no solo hay que hablar de innovación, sino que hay que ejecutar, porque esa demanda (de los clientes) es real, hay un gran número de participantes que están ávidos de satisfacer esa demanda y eso se logra con la acción”, refiere Alejandro Masseroni en entrevista.
El experto comenta que en el momento presente en el que cada vez más consumidores se han volcado a realizar operaciones financieras por medios digitales y que además contratan créditos y hacen inversiones a través de las plataformas en línea y aplicaciones móviles, las instituciones financieras deben entender que “la innovación no es un concepto abstracto, ni un marco teórico”, sino que tienen que aprovecharlo para dar un mejor servicio.
Alejandro Masseroni hace ver que, en el panorama nacional e internacional, algunas instituciones financieras “digitalizaron el proceso como venía y no le agregaron valor”, pero que muy diferente es el caso de quien “tiene un enfoque de transformación digital del proceso” porque obtiene un rendimiento mayor.
“En lugar de llevar algo al papel a lo digital, cuando pensamos 100% digital, vemos el beneficio”, asegura el directivo.
En el caso de Mambu, Alejandro Masseroni explica que la compañía utiliza las herramientas tecnológicas para ser más eficiente en sus operaciones y costos. “Esto nos permite llegar a mercados que estaban lejos (…) Ahora puedes llevar el proceso que te acerca al cliente, eso es algo que va a crecer y sigue siendo exponencial”.
En este sentido, el directivo insiste que las empresas de servicios financieros deben “transformar digitalmente”.
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Con base en un estudio de mercado, realizado en seis países de América Latina –México incluido—, entre una muestra de personas de 18 a 35 años, Mambu encontró que este grupo de edad es el que hoy día marca la tendencia sobre el desarrollo inmediato que tendrá el consumo de los servicios financieros digitales.
Entre los resultados más relevantes, Mambu encontró que la mayoría de los consultados se inclina por usar una combinación de servicios financieros, entre los que ofrecen los bancos tradicionales y los que ofrecen los neobancos, en función de sus necesidades como trabajadores, emprendedores y consumidores.
Los clientes buscan en los bancos tradicionales cuentas de ahorro para recibir sus pagos de salarios, pero en los neobancos lo que buscan son créditos flexibles y esquemas para hacer pagos de bienes y servicios.
Sin embargo, una tercera parte de los encuestados reconoció no tener una expectativa de productos financieros específicos, sino que busca “un conglomerado de servicios”, lo cual constituye una oportunidad para las empresas de tecnología financiera de conformar plataformas digitales fáciles de usar, pero que además tengan la capacidad de ofrecer servicios flexibles y atractivos para los consumidores, concluye Alejandro Masseroni.
GC