“Toda empresa grande con historia atraviesa épocas difíciles. Creo que es en medio de las dificultades que más claramente se puede ver el camino por delante”, dijo durante una sesión informativa en Tokio.El CEO, un exbanquero de uno de los principales acreedores de Toshiba, enfrentará el desafío de restaurar la confianza en el conglomerado de 143 años de antigüedad y deberá encontrar la forma de crecer sin sus dos motores fundamentales, los semiconductores y la energía atómica. Cabe mencionar que, actualmente, Toshiba está vendiendo su división de memoria a un consorcio encabezado por Bain Capital para evitar que la expulsen de la bolsa tras sufrir miles de millones de dólares de pérdidas con sus operaciones de energía nuclear. ERC