El alto costo del espectro radioeléctrico se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de la industria de telecomunicaciones en el país y, sobre todo, para diversificar la oferta de proveedores distintos al agente económico preponderante en el país que es América Móvil de Grupo Carso.
Hace unos días, se dio a conocer en la prensa que AT&T México solicitó autorización al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para devolver espectro radioeléctrico al Estado mexicano, la segunda vez que la empresa recurre a esta petición, al considerar que los costos por el pago de uso y derechos son elevados.
El pasado 20 de diciembre, AT&T pidió a la autoridad que se le permita regresar diversas frecuencias en las bandas de 850 MHZ y AWS de las regiones celulares de la 5 a 9.

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Lo anterior demuestra que uno “de los factores que funge como barrera y desincentivo a las inversiones en infraestructura es el alto costo del espectro radioeléctrico, al mermar la capacidad de ejercicio de recursos por parte de los operadores competidores”, consideró The Competitive Intelligence Unit (The CIU), empresa de consultoría, en un comentario sobre el estado de las inversiones en el sector de telecomunicaciones.
El análisis destaca que compañías como Totalplay, Grupo Televisa, AT&T, Megacable y Altán Redes han sido los principales inversores en el sector en años recientes, cuando América Móvil ha reducido el monto de sus inversiones.
En 2014 –cuando América Móvil fue declarado agente económico preponderante— el sector de telecomunicaciones hizo inversiones en infraestructura por 50,439 millones de pesos (mdp), 47.3% de lo cual correspondió a América Móvil, mientras que el 51.7% restante fue aportación de los demás competidores, refirió The CIU.
Pero a la vuelta de los años esta situación se ha invertido.
En 2021, el sector invirtió 78,012 mdp en el país, 10.8% de lo cual fue contribución de América Móvil –de la familia Slim—, mientras que el 89.2% restante correspondió a las demás empresas.
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Lo anterior deja ver que en el mercado mexicano persisten condiciones favorables para el agente económico preponderante, quien por su presencia entre los consumidores tiene menos incentivos para invertir en sus capacidades físicas en beneficio de la calidad del servicio.
“Esto da cuenta de que las condiciones categóricamente favorables a este –América Móvil— y su excesivo peso en los mercados no generan los incentivos necesarios para que invierta en suficiencia para expandir, mejorar y actualizar sus redes de telecomunicaciones en México”, aseguró The CIU.
Sin embargo, los ingresos que capta el sector por su oferta de bienes y servicios en el mercado nacional se han concentrado en el agente económico preponderante, ya que obtiene 5.5 de cada 10 pesos de las ventas totales de servicios de telecomunicaciones.

“Ese mercado desbalance habilita ventajas competitivas para el operador en torno a la capacidad económica para invertir, extender su infraestructura, obtener los derechos de una mayor cantidad de espectro radioeléctrico e incluso para alcanzar mayores ganancias que el resto de sus competidores”, destacó The CIU.
En este sentido, tanto el desbalance en la competencia como los costos del espectro radioeléctrico ratifican la concentración del negocio en un agente económico preponderante y desalientan la competencia de otras empresas que hacen el esfuerzo por crecer en el mercado.
Los competidores han tratado de avanzar con mayores inversiones en su infraestructura, pero no ha sido suficiente, de ahí la relevancia de que las autoridades competentes incorporen “mecanismos aceleradores de la competencia efectiva” en el sector de telecomunicaciones, en aras de que los gastos hechos por los competidores generen rendimientos, concluyó The CIU.
GC