¡Feliz Navidad, Trump! y ¿próspero Año Nuevo, México?
Todo indica que esta semana se aprobará la reducción histórica de impuestos en EU, que impactaría la competitividad de la economía nacional
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, no puede recibir mejor regalo esta Navidad que la aprobación de su plan fiscal, el cual busca atraer más inversiones e impulsar el crecimiento económico mediante una menor carga tributaria.
Si bien los legisladores aún no dan luz verde a esta iniciativa, todo apunta a que será esta semana cuando se concrete. El viernes por la noche se dio a conocer que la Cámara de Representantes y el Senado ya plancharon una reducción histórica de impuestos (la más importante desde 1986), que entraría en vigor en 2018, tal como lo propuso el mandatario estadounidense.
Entre otras cosas, la reforma reducirá el impuesto corporativo de 35 a 21%, pero también limitará a 10,000 dólares la deducción anual en gravámenes locales y estatales, la cual no tenía tope alguno.
Esta noticia, sin duda, tendrá repercusiones en todo el mundo, pero más en países como el nuestro, donde más 40% de la Inversión Extranjera Directa que llega viene de Estados Unidos.
¿Por qué? Hace unos días, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, de José Besil Bardawil, advirtió que la reforma tributaria de EU restará competitividad a México y frenará los proyectos de inversión de empresas norteamericanas en el país, lo que impactaría en el tipo de cambio y el crecimiento nacional.
El problema es que el margen de maniobra que tiene la economía mexicana para responder es limitado, considerando que más de 90% del presupuesto público ya está comprometido.
El Senado de EU pidió que los cambios tributarios se aplicarán hasta 2019, lo que daba cierto margen a México; sin embargo, todo indica que será en el próximo año cuando se apliquen, lo que complica más las cosas, porque una posible reforma fiscal en México es poco factible en 2018, año electoral. Sería hasta 2019 cuando se daría y bajo la batuta de la nueva administración.
Sin embargo, para instituciones como Citibanamex, el efecto neto de la reforma fiscal de Estados Unidos sobre México quizá no sería ‘tan negativo’ como se supone, considerando que se traduciría en mayor crecimiento que, eventualmente, generaría un efecto dominó sobre la economía nacional.
Lo cierto es que el gobierno federal no puede reaccionar a la ligera. El propio secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, rogó no especular con este tema hasta no tener claro lo que pasará del otro lado de la frontera, y pidió seguir de cerca la tasa efectiva que se cobra del impuesto corporativo en EU, más que la nominal.
Si México decidiera aplicar una reforma espejo a la de EU, las consecuencias serían menos ingresos y un eventual crecimiento en la deuda y déficit público.
Un primer cálculo de Citibanamex sugiere que una reducción de 10 puntos en la tasa fiscal corporativa mexicana de 30% costaría aproximadamente 1.2% del Producto Interno Bruto (en 2016, los ingresos totales derivados del impuesto sobre la renta habrían sido 5.9% en vez del 7.1% del PIB).
Otro tema que se viene mencionando en días pasados es la aplicación de 16% de IVA a medicamentos y alimentos, el cual causó mucha polémica en 2013, cuando se analizó la reforma fiscal que entró en vigor en 2014.
Lo cierto es que las decisiones de inversión no se toman únicamente por la carga tributaria, ya que influyen otros factores, como la ubicación, la logística y los costos laborales, rubros donde México es competitivo.
Pero también es verdad que la aprobación de esta reforma traerá mayor incertidumbre en 2018. Incluso algunos analistas, como Gabriela Siller, de Banco Base, aseguran que se corre más riesgo por este plan fiscal que por el propio TLCAN. Esperemos que tengamos un próspero Año Nuevo.
En corto
Finalmente, el Banco de México decidió aumentar su tasa de interés a 7.25%, el quinto ajuste del año y el nivel más elevado desde marzo de 2009.
Con esta medida, el instituto central manda una señal clara sobre la preocupación que existe en torno a la inflación, la cual no cede como se esperaba.
Banxico, gobernado por Alejandro Díaz de León, fue más allá al advertir que la inflación repuntará en diciembre y que en 2018 bajará a menor velocidad de la estimada, con lo cual la meta de 2 a 4% podría concretarse hasta 2019.
Vaya que el nuevo Gobernador del banco central tiene una tarea difícil por hacer, pero seguramente lo logrará, aunque en mayor tiempo.
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