La inflación correspondiente a la primera quincena de marzo se ubicó en una tasa interanual de 5.29%. Esto marca 10 meses consecutivos con incrementos en la inflación anual de la primera quincena de cada mes y el nivel más alto de la inflación quincenal desde julio de 2009. No obstante, en comparación quincenal la inflación no fue acelerada, ubicándose en 0.35% en comparación con la segunda quincena de febrero. La inflación subyacente, que normalmente captura el efecto de traspaso de una depreciación hacia niveles de precios, se ubicó en una tasa interanual de 4.32%, por arriba del 4.20% observado en la primera quincena de febrero. El principal causante de este incremento es el subíndice de mercancías que avanzó a una tasa anual de 5.74%, mientras que las mercancías de alimentos, bebidas y tabaco mostraron una inflación anual de 6.37%. Por su parte, las mercancías no alimenticias mostraron una inflación anual de 5.21%. A pesar de que todavía existe evidencia de un traspaso a niveles de precios, este traspaso es menor que en meses anteriores. Observando la inflación quincenal, el incremento del índice de precios subyacente fue de apenas 0.31%, por debajo del 0.46% observado en la primera quincena de febrero o del 0.36% de la primera quincena de enero. Lo mismo se puede decir del subíndice subyacente de mercancías, que avanzó 0.44%, por debajo de lo observado para la primera quincena de enero y febrero. En particular, el subíndice de mercancías no alimenticias subió 0.50% en la primera mitad de marzo, por debajo del incremento de 0.84% observado en la primera quincena de febrero. Por otro lado, la inflación no subyacente, se ubicó en una tasa anual de 8.24%, con el índice subiendo 0.47% con respecto a la segunda quincena de febrero. En la primera quincena de enero este subíndice observó un incremento sustancial de 5.03%, mientras que en la primera quincena de febrero fue una contracción marginal de 0.04%. A diferencia de enero, la mayor inflación no subyacente no se debe a los precios de los energéticos. El subíndice de precios de energéticos registró una contracción quincenal de 0.22%. En cambio, los precios de los bienes agropecuarios, en particular frutas y verduras, subió 4.04% con respecto a la última quincena de febrero, alimentando la mayor inflación no subyacente. Durante la primera quincena de marzo, el precio del jitomate subió a una tasa quincenal de 18.51%, el precio del limón subió a una tasa quincenal de 19.22% y el precio del tomate verde subió a una tasa quincenal de 24.76%, siendo los tres productos con mayor incidencia en el incremento de la inflación no subyacente de agropecuarios, frutas y verduras. En resumen la inflación subyacente es mayor, pero con una menor aceleración por el menor efecto de traspaso del tipo de cambio. Por su parte, la inflación no subyacente muestra un incremento, pero debido a las frutas y verduras, lo cual tiende a ser transitorio. Destaca también que en la inflación no subyacente, los energéticos mostraron una inflación negativa, indicando que en el largo plazo la inflación tenderá a bajar. Los datos recientes de la inflación hacen probable que el Banco de México espere para subir la tasa de referencia y aunque decidiera subirla, la mayor probabilidad sería de un incremento de 25 puntos base a 6.50%, el menor incremento en tasa desde diciembre de 2015. Es necesario señalar que a pesar de la apreciación del peso, todavía existe un efecto de traspaso hacia niveles de precios, debido a que los importadores están cubiertos o buscan subsanar el margen perdido durante el año pasado con la depreciación del peso.