El mundo está al revés. Hace unos días, en el Foro Económico Mundial de Davos en Suiza, el presidente de China (Estado Socialista con economía de Mercado), Xi Jinping, defendió el libre comercio y la globalización, mientras que el actual presidente de EUA, (cuna del capitalismo), Donald Trump, en medio de un populismo dañino se ha pronunciado en diferentes ocasiones por el proteccionismo y el nacionalismo, sin considerar que en la época en que vivimos actualmente, llena de tecnología e información, todos somos de alguna u otra forma parte de la globalización. La realidad es que hoy en día la mayoría de las economías están integradas, todo lo que consumimos tiene componentes de diversas partes del mundo. La globalización es un fenómeno inevitable e incluso necesario, que abarca desde capitales, bienes, servicios, hasta información, conocimientos y cultura. No sólo eso, cada día avanza más con ayuda de las telecomunicaciones, la ciencia, el transporte, la innovación y la industria. La globalización elimina obstáculos y promueve la competitividad. Desafortunadamente para los norteamericanos, las propuestas populares de Trump, son inviables y económicamente contradictorias, porque si bien podrían tener un efecto positivo de muy corto plazo por el mayor gasto en infraestructura y defensa, así como la reducción de impuestos, en el mediano y largo plazo son insostenibles. El proteccionismo quedó atrás hace mucho tiempo, cuando “papá gobierno” en tiempos de guerra apoyaba a las industrias, limitando la entrada de productos extranjeros mediante impuestos o aranceles, y no hacen más que empeorar la situación económica de los países, incrementar precios, desincentivar la inversión productiva y la innovación, reducir el comercio internacional y generar mayor desempleo. Es una corriente que va contra la tendencia actual y provoca grandes ineficiencias en la industria y el mercado. El modelo económico popular que se pretende establecer en EUA, incrementar el gasto y reducir el impuesto, llevará tarde o temprano a incrementar el déficit fiscal, el cual sólo se financia con mayor emisión de deuda. Actualmente, la economía en EUA si bien va en proceso de recuperación, presenta finanzas aún frágiles. Su deuda como proporción del PIB es de 108%, uno de los niveles más altos a nivel mundial, y con las medidas que el nuevo mandatario pretende realizar, se estima un incremento en la deuda de más del 25%. Lo anterior simplemente no es sostenible, generaría mayor inflación, mayor déficit y mayor deuda, lo que significaría mayores tasas de interés y con ello un fortalecimiento mayor del dólar frente a una canasta de divisas y por tanto mayor déficit comercial (completamente inverso a lo buscado). Esto significa menor competitividad para empresas exportadoras americanas, menores utilidades y una eventual menor generación de empleos, al tiempo que podríamos ver una menor calificación crediticia para EUA por parte de las principales agencias calificadoras. Uno de los temas que preocupa y que reiteradamente ha señalado el presidente Trump, ha sido el déficit comercial que tiene EUA con nuestro país de $60mmdd, punto medular para las renegociaciones que pretende hacer en el TLC, sin embargo, lo que no menciona es que el mayor déficit que tiene EUA es con China, con más de $360mmdd, es decir ¡6 veces más que con México!, seguido de Alemania y Japón con niveles del orden de $75mmdd y $70mmdd respectivamente. Adicionalmente, la simple posibilidad de rompimiento del TLC, cobro de aranceles o impuestos fronterizos, llevaría a incrementar los precios de las importaciones provenientes de México a EUA, lo cual sin duda afectará a nuestro país, pero también a los norteamericanos que tendrán que pagar más, reduciendo su poder de compra, pero sobretodo, lo más importante será que afectará la competitividad de la región de Norteamérica, en beneficio justamente de China, paradójicamente el principal “enemigo” comercial de EUA, a quien por cierto también benefició la ruptura del TPP, pues toma mayor influencia y poder en la región. Respecto a las propuestas anti inmigrantes que EUA pretende implementar, estas son simplemente ridículas. EUA se conforma por más de 40 millones de inmigrantes, casi el 13% de su población, y se dice que uno de cada tres emprendedores en EUA nacieron en el exterior. La inmigración simplemente es y ha sido el ADN de EUA, y justamente es lo que los ha llevado la fortaleza que tienen hoy en día. La construcción del muro fronterizo con nuestro país, no tiene ningún sentido económico, será junto con un enorme costo de mantenimiento anual, un dinero tirado a la basura. Sin embargo, lo que sí podemos decir es que éste será un símbolo del aislamiento, de la que hasta ahora es la principal economía, con el resto del mundo. *El título hace referencia a la frase “The economy, stupid”, muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre), que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Carlos Alberto González Tabares / Director de Análisis de Monex Casa de Bolsa [email protected]/ @carlosgtabares; @monexanalisis;